Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, llegaron ayer a Guardo, llenando de magia e ilusión la noche.
Tuve el honor de recibirles, e incluso en mi atrevimiento les mandé posar para vosotros y para mi.
Estaban felices de venir a este maravilloso pueblo de la Montaña Palentina, donde hay tanta gente estupenda y tantos niños que les esperaban con sus caritas felices.
Este año, la Carroza Real, les esperaba a la puerta de la Iglesia de Santa Bárbara.
Pude darles la bienvenida, al pasar cerca.
¡Que emoción!
En las carrozas, grandes y pequeños se dejaban llevar de la ilusión. Los padres embobados con sus pequeños en brazos, disfrutaban de la fiesta.
Como la noche era mágica, hasta Herodes iba en plan pacífico y muy amable con los niños.
A este grandullón pastorcito, me lo encontré viviendo a toda prisa desde el puente. Cansado pero feliz, de poder adorar al Niño Dios.
Este año, la Asociación Cultural Barrio Barruelo, colaboró con el castillo de Herodes custodiado por sus famosos romanos guardenses
Yo, me quise rodear de buena gente: un niño y un pastor.
Al llegar al Portal, había merecido la pena el enorme esfuerzo, pudiendo adorar a un precioso Niño recién nacido que les miraba con asombro.
Después, la noche se ilumino con las sonrisas de los niños...