Un par de féminas me preguntaron si les podía dar la hora a lo que respondí: "Tengo un cuarto para las dos". Sin decir más, no volví a saber de mí en tres días.
Un par de féminas me preguntaron si les podía dar la hora a lo que respondí: "Tengo un cuarto para las dos". Sin decir más, no volví a saber de mí en tres días.