Ya son 20 ediciones con las que se pretende mostrar el trabajo de muchos artesanos de la capital zaragozana y otros rincones de Aragón y del resto de España. Los visitantes fueron alrededor de 30000 durante el período en el que se desarrollo el evento, y por supuesto Generemos Comercio estuvo ahí para dar testimonio al trabajo de estos profesionales que se enfrentaban a la gran competitividad frente a los centros comerciales, en especial el recién inaugurado Puerto Venecia con afluencia de visitantes muy notoria.
Como dice Alberto Carasol, presidente de la Asociación de Artesanos de Aragón, en una entrevista concedida al Periódico de Aragón las ventas habrán notado un descenso debido a estos efectos, pero el objetivo de dar a conocer este sector está cumplido. Conclusiones que compartimos. Fue una oportunidad para crear esa llamada imagen de marca, que no solo tienen que tener las grandes compañía, los artesanos como especialistas en cada uno de sus sectores se tienen que desmarcar de todo lo que huele a fabricación industrial, y empezar a venderse como productos únicos, de marcas únicas, que prosperan desde la modestia, con una singularidad y un buen hacer propios de cualquier gigante empresarial.
"Ahora lo que te venden en la mayoría de las tiendas, te lo han podido fabricar en París, en Madrid o en China porque no se diferencia con otro. Son todos iguales. Y nosotros, aquí, tenemos un hueco para lo artesanal que está desapareciendo del mapa. Ofrecemos piezas con alma".
Estas iniciativas son las que generan ideas y procuran comercio, esperemos que no se pierdan las buenas costumbres y las instituciones gubernamentales sigan apoyando estos actos, como bien apunta Carasol al cierre de su entrevista.
Muchas manos hacen ligero el trabajo
Mariano Gallardo Lorente