Banda sonora original
Hay veces,
mientras estoy sentado en el quicio de la puerta fumándome un cigarro, que me
imagino viviendo otras vidas. Algunas de las veces soy un viajante que vende
algún artefacto recién inventado que ayudará de alguna forma a la humanidad.
Otras veces soy un reconocido medico que opera a personas pobres simplemente
por altruismo, otras un aventurero que explorando por el mundo encuentra la
fuente de la eterna juventud.
Mientras
sueño, el cigarro se consume, al igual que mi vida. Por delante de mí pasa la
gente sin detenerse, pensando en sus cosas, sin importarles los demás.
Hoy es uno
de esos días que me gustaría ser otra persona. Me levanto, entro en el portal y
me dirijo con pasos cansados hasta la azotea. El mundo desde aquí arriba se ve
diferente, el rugido de los coches es casi imperceptible. Oigo el agitar de
alas de alguna paloma que quizá tenga el nido cerca.
Abro el
maletín que siempre me acompaña, saco el instrumento que se encuentra durmiendo
dentro, es de una precisión absoluta. Lo apoyo entre mi hombro y el mentón
izquierdo y agarro el mango con firmeza.
Cojo el arco
con la mano derecha, lo acerco a las cuerdas y comienzo a tocar. El sonido del
violín resuena mejor aquí arriba. El
tiempo parece que se para, mientras que de sus cuerdas sale una hermosa
melodía.