Hoy fui participe de un responso de un hombre muy apreciado en mi comunidad parroquial, y el sacerdote eligió como lectura del evangelio la parábola de los talentos. De esa me resonó la frase "fiel en lo poco".
Lo iba meditando mientras lo leyo, y también luego mientras regresaba a casa, no sólo desde el aspecto de la muerte, sino también del camino de vida para llegar a ese punto de ser retribuido en lo mucho.
Este hombre, desde una forma muy delicada y profunda, fue servicio entregado y dado desde sus manos de trabajador incansable. Tuvo duros golpes en su vida y así todo seguía, seguía caminando...
Entonces fui descubriendo eso de "fiel en lo poco"; y no poco por cantidad sí no por la forma de la entrega, del darse, del ser servidor de otros, de mirar con humildad al prójimo... Características que poca gente puede tener, pero sí sabemos cultivarlas serán recompensadas en lo mucho cuando nos toque irnos a la casa del Padre.
Pero también esa fidelidad ha de demostrarse en la vida misma, más allá de dolores y penas, lo poco ha de ser entrega sincera, esfuerzo y voluntad. Esa fidelidad que no defraudará, que se hará sentir como plenitud propia y asimilidad con gozo de corazón.
Obviamente, parecen palabras irreales o de difícil concreción, pero en mi muy sencillito entender, se puede lograr, habrá y hay obstáculos por doquier (de los cuales deberemos aprender y tomar aquello que nos ayude a crecer) pero la fidelidad y la sincera entrega será virtud penetrante en nuestro corazón.
Anhelo de ser para otros y para nosotros mismos vida demostrada y caminada