Fijar metas altas

Publicado el 23 diciembre 2010 por Sergio_sosa @sergio_sosa

Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta. A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubiesen contestado correctamente todas las preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se habían equivocado en casi todas.

Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: “Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba examinando sus conocimientos, sino su voluntad de apuntar a lo alto.”

Tomado del libro “La culpa es de la vaca” de Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal Trujillo (Intermedio Editores, 2002. ISBN: 958-8227-05-4)