No es de sorprender que la enfermedad de el momento sea el stress después de todo vivimos en un mundo donde lo urgente predomina sobre lo importante. Lo cual hace que nuestro ritmo de vida se vuelva vertiginoso incluso cuando se trata de resolver cosas sin importancia, obviamos el mundo que nos rodea y cuando miramos hacia atrás nos damos cuenta de que como especie hemos acabado con la mitad de ese mundo que nos heredaron las generaciones del siglo pasado, para de nuevo olvidarlo al caer de nuevo bajo la opresión de lo urgente y así una y otra vez. Recuerdas cuando fue la última vez que te sentaste en el pasto sin prisa, sin tuvieras que pensar en nada que tuvieras pendiente, sin pensar que olvidaste pagar tu tarjeta de crédito o peor aun que al otro día va a ser Lunes, hace cuanto que no volteas a ver el mundo si que te digan hacia donde tienes que mirar.
Noticias por aquí , anuncios por allá , que hay que comprar esto que hay que festejar lo otro , todos los días nos vemos literalmente bombardeados por información ,que la mayoría de las veces es no deseada y que hace que veamos la realidad distorsionada, A lo largo del mundo hay millones y millones de especialistas que se dedican a encontrar la manera de encausar nuestra conducta para obtener nuestro dinero con objetos que van de lo novedoso a lo superfluo, los cuales en la gran mayoría de la veces solo sirven para alimentar nuestro ego un ejemplo claro de esto son los automóviles de lujo , el mensaje que transmiten la mayoría de los anuncios es que para ser alguien necesitas tener el auto que ellos venden, nos venden status envasado en brillantes empaques. Ciertamente caemos en sus redes y en muchos casos terminamos comprando un auto que está por encima de nuestras posibilidades ya sea porque queremos impresionar a alguien al cual ni siquiera le importa si tenemos auto o no. Otro ejemplo son los teléfonos celulares, el mejor celular del mundo es el que acaba de salir, ese es el que te dicen que debes de tener, obvio hace de todo, además que es mejor que el de la competencia. Los fines de semana están ocupados ya te dijeron que tienes que hacer, ya que se viene el clásico , el supertazon , la champions o el estreno de la mejor película de todos los tiempos, eventos todos que no te los puedes de perder si no de que vas hablar en tu face ni modo que pongas otra vez ”Me gusta la lasaña y odio los lunes”. Así que te plantas frente a la pantalla con tus botanas y cervezas que pagaste con la tarjeta de crédito porque tu efectivo se fue en los pagos del auto, las tarjetas, la renta del teléfono etc. y te preparas para vivir un fin de semana de ensueño.Todo muy bien hasta eso de entre las siete y ocho de la noche del domingo,justo donde empieza a gestarse el lunes, la emoción del súper evento y los efectos de las cervezas empiezan a disiparse , en ese preciso instante recuerdas que mañana es el último día para pagar la tarjeta , y empiezas a estresarte, se acabo el fin de semana de ensueño , pero justo en ese momento tu subconsciente entra en acción y sale en tu defensa y te hacer recordar que dicen los anuncios , entonces respiras aliviado te dices a ti mismo ”pero valió la pena”.