No quisiera empezar este post sin agradecer todos los comentarios tan bonitos que dejasteis en la anterior entrada, dedicada a mi querida Galicia, todos y cada uno de ellos, me han llenado de emoción.
Este fin de semana ha sido de lo más "niñero". En la familia y entre nuestras amistades, hay ya muchos peques, por lo que solemos aprovechar cuando tenemos tiempo, disfrutando de sus sonrisas y miradas inocentes, además de compartir momentos de juegos, respuestas a preguntas constantes y algún que otro berrinche pasajero.
Mi chico y yo sólo tenemos una sobrina. Yo no tengo hermanos por lo que no voy a tener nunca sobrinos de sangre, pero el hermano de mi chico tiene una hija, Sara, de la que ya os he hablado en otras ocasiones. Es una niña a la que casi casi vimos nacer, ya que estuvimos en el hospital antes, durante y tras su nacimiento, por lo que recuerdo ese día con una gran emoción. No sé si será amor de tía o qué... pero Sara me parece una niña preciosa. Cuando la vimos por primera vez, a la media hora escasa de su nacimiento, ya nos pareció un bebé precioso. Tenía la cara redondita y los ojos muy grandes, la verdad es que tiene la misma cara que ahora, a sus 4 añitos.
Es curioso ver como crecen tan rápido, como empiezan a andar, a hablar, a comer por sí mismos, a correr, a nadar en la piscina... pero la vida es así, crecemos rápidamente y es bonito ver el progreso de las personas, como van adquiriendo su personalidad etc Verlo a través de los ojos de un niño, con esa mirada limpia, transparente e inocente, hace que cuando estás con ellos, retrocedas a tu infancia y por momentos, seas un poco o más niños que ellos.
Esta es Sara, una niña que es un torbellino, fue una bebé tranquila, dormilona y muy buena comedora, pero ahora que se va descubriendo su personalidad se ha convertido en puro nervio, por lo que cuenta mi suegra, es bastante parecida a mi chico, que de pequeño era un "fuguillas" y bastante travieso. A Sara le gustan los deportes, jugar al balón, al pin pon, correr... como os digo, es puro nervio.
Marta nació 20 meses más tarde y a ella si que pudimos conocerla al día siguiente de nacer. Es una bebé muy tranquila, buenaza, paciente y observadora. Le fascinan los abalorios, anillos, colgantes, pendientes y se queda embobada con el color de mi pelo, cada vez que me ve. Además, es una niña muy sonriente.
Me encanta hacerle fotos a los niños, aunque es una tarea bastante complicada jejeje
No os olvidéis que tenéis de plazo hasta el día 11 de agosto, para participar en el concurso que he organizado con motivo del 1.000.000 de visitas, que por cierto, he superado esta semana pasada ya!!!!!!! GRACIAS...!! Han llegado participaciones maravillosas, super románticas... ¿las habéis visto?
¡¡Hasta mañana!! Besos, Lorena.