Cómo son los ingleses, de verdad. Pues no le encargan un retrato a la duquesa de Cambridge, su primer retrato oficial, y con lo requetemonisísima que es la sacan que da pena verla. Flaco favor, si con esta pintura tiene la pobre que pasar a la posteridad. Sale como arrugada con unas patas de gallo y unas bolsas en los ojos que ni su madre tiene y un gesto que la prensa ha tildado de “tímida sonrisa”, no sé si por el empeño por recordar y comparar con la difunta Diana de Gales, o si por las ínfulas del pintor de cámara que firma la obra, Paul Emsley, tal vez con ganas de emular el retrato de la Gioconda.
Menudo genio.
Un retrato de este tipo debe ser realista no futurista y en ningún caso adelantarse 20 años a la edad de la modelo, ni retratarla desfavorecida.
Katherine Middleton, duquesa de Cambridge y futura reina de Inglaterra, en su primer retrato oficial, firmado por el “Velázquez” contemporáneo y en versión británica que debe de ser Paul Emsley. Foto: National Portrait Gallery
Siempre me he preguntado al contemplar los rostros de figuras reales retratadas por pintores insignes de otras épocas si los rostros tremendos de esos reyes, príncipes y princesas- Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, Mariana de Austria, la mismisina Maria Antonieta, Maria Amalia de Sajonia…- eran realmente tan feos y feas como aparecen en los retratos que les han sobrevivido…
María Amalia de Sajonia
…cavilaba yo que no era posible que todos fueran tan poco agraciados fisicamente y achacaba más su falta del más mínimo atractivo a los gustos de la época, a estéticas determinadas o incluso a la reconocida genética defectuosa que produjo la endogamia, tan extendida en las familias reales…
Sin irnos muy lejos, mira que era feo Alfonso XIII. Su padre, Alfonso XII, nos salió más monín, pero el influjo de la reina Maria Cristina de Habsburgo, segunda esposa del monarca, destrozó la herencia paterna, en mi modesta opinión y produjo varias generaciones de borbones poco agraciados.
En nuestros días, Felipe, nuestro futuro Rey, ha mejorado algo la herencia física real, más aún, esperamos, desde que ha mezclado con la atractiva Doña Letizia, un mérito que no se le puede cuestionar a la que será Reina de España antes de que cante un gallo.
Pero lo cierto es que ahora, viendo el retrato de la Middleton, me cuestiono si no serían los propios retratos los que lejos de tratar de mejorar a los modelos, los desmerecían.
Yo si fuese, Kate, la próxima vez, me hacía, mejor, unas fotos.