El otro día, en la entrada que rompió mi pausa bloguera, os conté varias cosas. Como que he montado una tienda. Y varias de vosotras me pedistéis que hablase de ella. Ya tenía pensado hacerlo, así que no voy a esperar más, que toda publicidad es poca en estos tiempos que corren.
Flamingo, que así se llama, es una tienda de ropa y objetos usados. En ella se puede encontrar desde una cazadora dorada de los años 80 hasta un juego de té de Limoges, pasando por un xilófono, unos zapatos de piel verde, corbatas de las buenas (y de las no tan buenas), un sombrero de cowboy o un camisón de seda.
Se trata de dar una segunda oportunidad a todas esas cosas que ya no le sirven a una persona, pero que pueden hacer feliz a otra. Se trata también de consumir menos y reciclar más, de generar menos basura innecesaria, de recuperar joyas olvidadas. Hay un fondo de conciencia social en todo esto, no os creáis. Por eso nuestros precios son la mar de democráticos.
Todavía tenemos mucho que hacer, que retocar, que añadir y que mejorar, vamos sin prisa pero sin pausa. La tentación de llenar esta entrada de fotos es muy grande -que fotos hay unas cuantas, creedme- pero voy a resistirme. Si tenéis curiosidad podéis visitar la página de Flamingo en facebook. Y aunque así, a priori, puede parecer que una tienda en Roma ni os va ni os viene, os diré que también queremos abrir tienda online (¿qué, ahora os interesa más?). Estamos trabajando en ello, y en cuanto resolvamos la cuestión de los envíos, os avisaré para que podáis hacer click en "añadir a mi carrito" :-)
Y esto es todo por hoy. Puede que mañana o dentro de una semana o de un mes, haya más, así que stay tuned!
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