Aunque ,cuando me encargan un fofucho o fufucha intento conseguir el mayor número de detalles para que el miniyo se parezca a su homólogo adulto, hay veces que es imposible hacerlo todo o encontrar una pieza de goma eva o de tela que sea exactamente igual que la ropa de verdad. Pues eso hay gente que no lo debe de entender porque pide imposibles.
Y algo así es lo que me ha pasado esta semana. Un encargo al que sólo le puse una pega: no se podrá hacer la bata exactamente igual porque los cuadraditos que yo ponga no serán iguales. Pues encargo perdido.
Una pena, pero casi mejor así porque si empezamos de esa manera, el resto del trabajo podría haber traído más desencuentros.
Y ahora vamos a dedicar tiempo a Elio, un futuro alegre jubilado a partir del 1 de Julio.
Su profesión: profesor de Instituto. Asignatura: matemáticas.
Y el resto de consignas eran: le gusta la montaña y la bicicleta.
Todo un reto el hacer estas botas pero me encantan los retos.
Además tenía que vestir con vaqueros y con una camisa a cuadros.
En la foto que me enviaron llevaba cinturón así que otro pequeño reto: hacer uno que se pareciese a un cinturón de verdad. Y ¡me ha quedado genial!.
Y como también se dedica a la informática pues me ha tocado repetir el trabajo del portátil.
El resultado final: ¡un miniyo de Elio!.