Santa Fe de la Vera Cruz, viernes 14 de agosto de 2009, Sala Saer del Foro Cultural Universitario. En el 5º Argentino de Literatura, Ana María Camblong nos hace reír y reflexionar sobre la escritura de Fogwill. Fogwill la escucha atentamente y cuando ella termina su lectura, él abandona su butaca y escala los peldaños del auditorio dando zancadas, trastabilla, cae de rodillas y como impulsado por resortes vuelve a ponerse de pie puteando por lo bajo. "No pasa nada, sigan no más", nos ordena, y desaparece por la puerta de salida. Finalizada la mesa de expositores, me acerco a saludar a Ana, y Fogwill reaparece detrás de mí interponiéndose sin pedir permiso.
El fin de semana pasado el autor de Los Pichiciegos terminó de ser aspirado desde un vacío del tiempo. Nos dejó su palabra-imagen-eco-silencio, no como legado solemne, sino como parte de sí, con todo lo bueno y todo malo de un ser humano que elijió ser un caminante de las letras.
VERSIÓN (DE SENTIMIENTO DE SÍ)
Voz que creada de sí, gritando a nada
vuelves a aparecer intercalada
aquí en mi voz grabando tu cadencia:
eco que canta donde me silencia.
Eco que me silencia y me revela
eco que es yo, que fui y que me desvela
habitándome aún con oraciones
que forman mi razón: sus omisiones.
Misión de oír y de escuchar latidos
de tantos muertos que en la voz habitan
(Se repite en mí cuando los mido
midiendo estas palabras que los citan).
Yo estoy entero aquí, pero partiendo
frases que dividen y no entiendo.