Esto, según concluye el estudio, refuerza la importancia del asesoramiento en este tipo de productos. De hecho, el 46% de estos inversores buscó algún tipo de recomendación a la hora de adquirir participaciones de un fondo. Un 41% indicó que tomaron ellos mismos la decisión de compra.
Entre las fuentes de asesoramiento domina claramente la entidad financiera -en el 75% de los casos-, seguido por los amigos o conocidos -14%- y familiares -10%-.
LO PRIMERO, LA RECOMENDACIÓN DE LA ENTIDAD O EL ASESORTambién es muy interesante desgranar los criterios utilizados en la selección de fondos. Clasificados por orden de importancia, aparecen en primer lugar la recomendación de la entidad financiera o del asesor seguido por la rentabilidad histórica del fondo, el consejo del familiar o del conocido, la gestora del fondo y, finalmente, el rating del fondo.¿Vendedores o asesores? Evidentemente, una de las primeras matizaciones que habría que hacer es saber si el “consejo” dado por la entidad financiera responde realmente a un asesoramiento independiente o si no es más que un esfuerzo por parte de la entidad para dirigir al cliente hacia determinados productos (que van cambiando en función de las campañas de marketing).
Cuando hablo de asesoramiento independiente no me refiero a que el gestor comercial del banco le diga al cliente “lo sentimos, nuestro fondo no es el mejor de su categoría; es preferible que vaya a otra entidad a contratar el producto que nos pide”. Me refiero a que le comente las características técnicas del producto, sus puntos fuertes, sus riesgos, si le conviene este tipo de fondo, qué otro tipo de fondo le vendría mejor, etc.SE ACORTA LA DISTANCIA ENTRE ASESOR E INVERSORLas ventajas del asesoramiento profesional Por supuesto, uno puede perfectamente gestionar por sí mismo sus inversiones. Hoy en día, la información a disposición del inversor particular es cada vez más amplia, más completa y más actualizada. La distancia informativa entre el inversor profesional y el inversor particular es cada vez más corta. Pero, quizás el quid de la cuestión no esté en la cantidad de información sino en cómo interpretarla y utilizarla. Y es en este punto en el que el asesoramiento profesional puede aportar valor añadido al inversor. Primero, en la construcción de carteras de fondos. Esta es probablemente una de las labores más importantes del asesor financiero. Como hemos recalcado muchas veces, gestionar bien no significa necesariamente elegir los mejores fondos, sino construir una cartera acorde con las expectativas de rentabilidad y riesgo deseados.Segundo, en la disciplina a la hora de gestionar el patrimonio en el tiempo. Otro de los puntos interesantes del estudio de Deutsche Bank es el que señala que un 20% de los encuestados nunca ha realizado un cambio después de haber comprado el fondo y que un 22% realiza cambios semanalmente. Ni tanto ni tan poco.¿CÓMO DEBE SER UN BUEN ASESOR?Un buen asesor debe necesariamente gestionar activamente la cartera del cliente y proponerle cambios(no cada semana, por supuesto) cada vez que lo juzga conveniente. No sólo los mercados cambian sino que también pueden cambiar los objetivos del cliente. Tercero, en la eliminación del aspecto emocional. Cuando uno gestiona personalmente su dinero, los factores emocionales suelen intervenir, generalmente de manera contraproducente, en las decisiones, aumentando o, por el contrario, reduciendo excesivamente el riesgo asumido. Pero, evidentemente, estas ventajas tienen como condicionante fundamental que el asesor financiero sea realmente independiente."Si te gusto este articulo por favor compártelo con tus amigos :) a través de Google+, Twitter o Facebook. Mil Gracias!"