Motor, espectáculo, lujo, estrategia, glamour, competición… todo eso es la Fórmula 1, pero sobre todo es un negocio muy lucrativo.
La Fórmula 1 es uno de los tres eventos deportivos más vistos del mundo, junto a los Juegos Olímpicos y al mundial de fútbol, con 580 millones de espectadores al año y que continúa creciendo y generando ingresos de más de 1.200 millones de euros anuales gracias a los patrocinadores, derechos de televisión, mercadotecnia, el canon de los circuitos y la venta de entradas, entre otras partidas.
El patrocinio aporta gran parte de los ingresos de los equipos. Para las empresas se trata de un escaparate tremendamente atractivo que les permite obtener grandes beneficios, incluso existen manuales para navegar en el complejo proceso de inversión. Por ejemplo, la marca de barritas energéticas Hero Muesly se ha convertido en líder de su segmento con un aumento del 75% de sus ventas y la firma de ropa deportiva Guru pasó a tener 20 millones de euros de beneficios tras esponsorizar a Fernando Alonso. Cuando el piloto español corría con Renault, la marca francesa consiguió vender más coches que nunca, se redujo la edad media del comprador y consiguieron ampliar su mercado a nuevos países. También Mercedes triplicó sus ventas de coches blancos cuando Fernando Alonso apareció en un anuncio conduciendo un coche blanco.
Los distintos gobiernos de cada país también saben que se trata de uno de los deportes con mayor impacto económico y mediático a nivel mundial, por eso utilizan este espectáculo para promover el turismo, los negocios y en definitiva atraer dinero. Una de las ciudades que más gasta es Valencia, que pagó 28 millones de euros por celebrar un gran premio, donde destaca también los 44 de Singapur y los 42 de Abu Dabi. La Fórmula 1 ganó el año pasado 476 millones de euros en este apartado, siendo la principal fuente de ingresos de la Fórmula 1.
Después de todo esto no sé si decir que la Fórmula 1 es un deporte o se trata más bien de un negocio, capaz de generar millones de euros y donde pilotos de gran talento se han quedado fuera por no venir acompañados de un patrocinador para poder financiar a su equipo. A pesar de esto sigo pensando que es uno de los mejores espectáculos que podemos ver y disfrutar hoy en día.