Revista Talentos
Sí, ya sé que aún yerran habladurías sobre la muchacha del pueblo que, sin intervención de varón, engendró un niño. Fornicar con demonios, dijeron entonces. Puede ser verdad. No soy la única que calla haber reconocido años después en el chaval la viva imagen del inquisidor que encendió la pira.