Ingredientes:
1 habitación disponible
1 pared blanca o de algún color uniforme (en su defecto podremos utilizar una sábana blanca)
1 trípode
1 cámara fotográfica (mi consejo: no saquéis aquella con la que soléis trabajar y a la que adoráis por encima de todas las cosas)
1 batería completamente cargada para la cámara
1 mando a distancia para la cámara
gorros, bolas y adornos navideños (al final cualquier cosa que la gente encuentre por ahí servirá de atrezzo. Por supuesto quitad de en medio todo aquello susceptible de correr peligro)
1 familia o grupo de amigos dispuestos a pasarlo bien
1.- Elegimos una habitación de la casa que no vaya a ser utilizada durante la celebración navideña. Intentamos, en la medida de lo posible, despejarla de muebles y cachivaches.
2.- En el medio de la habitación y frente a una pared vacía (si no es posible, cubriremos pared y muebles con una sábana) montamos nuestro trípode. Sobre el trípode montamos nuestra cámara y nos despedimos con mucho cariño de ella, ya que desconocemos si seguirá viva al final de la celebración.
3.- En cuanto a la cámara, tened en cuenta que si no queréis usar el flash de la misma, deberéis fijar la sensibilidad ISO en un valor lo suficientemente alto para que os permita prescindir de él. Ajustad el control de la máquina al modo “Auto” o “Automático” para evitar problemas, y en cuanto al modo de disparador elegid “Control remoto”. Situad la cámara de modo que encuadre la mayor parte de la pared, o por lo menos la parte superior, para no cortar cabezas a nadie más tarde. Haced alguna prueba con vosotros mismos para aseguraros de que todo sale bien.
4.- Dejad cerca de la cámara el mando a distancia, y amenazad a todo el mundo con pasar la Nochebuena al raso si alguien lo deja fuera de su sitio. En mi caso, con cinta aislante marqué una cruz sobre una mesa indicando el punto donde se debía encontrar y dejar el mando. Si conocierais a la panda de adolescentes de la familia lo entenderíais…
Preparad también gorros y adornos navideños y dejadlos a mano para fomentar la creatividad disfraceril de los invitados.
5.- Dad de comer y beber (sobre todo esto último) con alegría y generosidad a familia y amigos y dejad que las viandas y las pociones con cierta graduación alcohólica (exclusivamente para mayores de edad) hagan su efecto.
6.- Informad a los comensales de que se encuentra a disposición de ellos un fotomatón navideño el cual pueden utilizar en el momento que quieran y pasar así a la posteridad.
Al principio de la noche veréis como tímidamente se acercan a la cámara llevados por la curiosidad. Al final de la noche el descontrol prevalece sobre la timidez y surgen las fotos más locas y divertidas.
Aquí os dejo algunas de las fotografías del fotomatón navideño de la familia Rochette-Martín las Navidades pasadas. Con ellas montamos un video con música navideña y lo guardamos como oro en paño.
Y si…. servidora es la de rosa y esa señora vestida de hiphopera es la madre de una servidora.
Diversión garantizada, lo prometo.