Publicado el 10 marzo 2016 por Carlos Florencio
@fotossinporque
Sublime
Han pasado más de treinta años de que vi por primera vez el mar y aún conservo la emoción que me produjo. Fue como un impacto a los sentidos, se me humedeció con alegría el corazón.
Cada vez que vuelvo a Mar del Plata y lo visito rememoro esas emociones y las vuelvo a vivir como la primera vez. Es una linda sensación que implica varias como la de paz, tranquilidad, alegría y asombro.
Sensaciones que seguramente percibiremos si nos detenemos a observar la naturaleza que nos rodea y respiremos su aire haciendo abstracción de todo lo humanamente mundano y disfrutemos de las bellezas de la naturaleza pura. Esos instantes de contemplación son la mejor terapia para desenchufarse de los problemas personales que nos aquejan cotidianamente y poder así clarificar ideas fortaleciéndonos espiritualmente.
Esta vez no solo lo contemplé sino que también lo fotografié y esta foto es una muestra de esa belleza que cautiva la atención y regocija nuestro espíritu. La naturaleza en acción, ese mar navegando bravíamente hasta la costa y chocando contra la escollera, arrojando su espuma blanca por los aires en medio de un estruendo que nos llega como música suave a los oídos. En el horizonte, allá lejos, una fila de barcos pesqueros denotan su presencia completando la imagen.