
llamada, ambulancia, hospital, médico residente, radiología, traumatólogo
y mi madre queda operada en nada de tiempo, y fantásticamente. en este aspecto, creo que nada tenemos que envidiar en asistencia. es más, absolutamente todas las personas implicadas en el proceso, en esta época tan dura para los sanitarios y tod@s los empleados públicos, siguen siendo maravillosamente humanos por encima de todo, haciendo su trabajo con la mejor voluntad y eficiencia posibles.sin embargo, a pesar de haber oído comentar siempre que la estancia en los hospitales alteraba mucho a las personas mayores, no lo había experimentado.y es cuando empieza la pesadilla.cuando salió, mi madre era otra persona. además del miedo absoluto de los primeros días, había borrado de su memoria lo ocurrido.lo que antes era independencia se transformó en necesidad de atención. pañales porque no podíair al baño los primeros días, comidas organizadas, y un largo etcétera... y entonces... la empresa solo te dá tres días para resolver la situación.tienes que volver a trabajar. no hay ningún tipo de ayuda social para cuidados.por suerte, en mi caso ya conocíamos a una excelente persona y amiga de mi familia que nos solucionó desde el primer momento con su experiencia lo más duro.gracias para todas estas personas, generalmente de otros paises, que nos han ayudado y siguen ayundándonos con nuestras personas mayores.es de la única forma, pagándoles sus cuidados, como podemos seguir conservando el trabajo. ese trabajo cuyos impuestos parece ser que no van en dirección a solucionar este y otros problemas importantes de nuestra gente.me gustaría, porque es un derecho que además creo que hemos pagado de sobra todos l@s ciudadan@s con creces, que nuestra vejez tuviera más de esto
y menos negrura de la pretenden proporcionarnos. ojalá !
