“Y yo, yo me disfrazaba como podía”Clarice Lispector.
En el pozo, el pasto verde esperaba —cualquiera diría que no esperaba grandes cosas, porque obviamente, los pastitos verdes no tienen muchas cosas que esperar— pero éste, esperaba el tiempo.
El tiempo en el que el viento por fin se decidiera y soplando en dirección al pozo, lo premiara con una caricia.
En su verdor no escatimaba en sueños, por eso, también esperaba que el tiempo corra a su favor, que el sol lo envuelva, que el agua pura lo bañe; desperezarse una mañana y sentir el perfume de altas montañas.
¿Qué más podría hacer un montoncito de pastito verde excluido del mundo en una cárcel de pozo?...
Él, soñaba enamorado y mientras tanto —envuelto en oscuridad—, se disfrazaba de luz y esperaba.