SOLO PARA ADULTOS.
“…La entidad caminó hacia lado izquierdo del hombre y se arrodilló sobre la yerba. Luego de esto cogió el martillo y los clavos sujetándolos con una mano, en tanto que con la otra tomó el brazo del torturado y lo estiró con brusquedad haciéndolo coincidir con el travesaño.
— Por favor…, te lo suplico…, no lo hagas. —dijo…
La bestia volteó su terrible rostro mirando a los ojos de su presa y replicó:
—Eres un hipócrita. ¿Qué ha pasado con los rezos y pedidos a tu Dios? ¿No querías emularlo? ¿No querías ser digno de Él? Deberías estar feliz; estás viviendo lo que dicen que padeció. Tienen más de dos mil años con ese cuento y tú,… que dices amarlo y llenas tu casa con todos esos ridículos objetos, ¿Te rehúsas a seguir sus pasos? ¿Cuántas veces tú y tu familia le han rogado diciendo que aceptaban Su voluntad? ¿Dónde está tu fe? maldito embustero…
Dicho esto, colocó uno de los clavos sobre la muñeca izquierda de su víctima mientras levantaba el martillo apuntando al cielo, disponiéndose a dar el primer golpe.
—Debes agradecerme, ya que hoy aprenderás una lección: No poner tus esperanzas en algo que nunca te ha escuchado. Lástima que sea en esta circunstancia. Sin embargo; como dicen por allí, nunca es tarde para aprender —dijo soltando una risotada—Eso en lo que crees y llamas Dios, está por allí cagándose de risa, viendo cómo sufres y mueres por Él…”
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