Si he leído en estos días calificar de hype a Wilco, qué no se dirá de los de Glasgow: de pachangueros para arriba, al nivel de Daddy Yankee por lo menos...Paradigma absoluto de grupo sobrepromocionado a la par que sobrevilipendiado, Franz Ferdinand no dejan de ser para el que esto escribe una banda divertida y sin más que pretensiones que crear canciones que puedan ser coreadas por los que escuchan y que hagan bailar a las chicas. Si hacen pasar un buen rato mientras oyes sus temas, ¿qué leches les voy a criticar? Todo lo más, el repetir hasta la saciedad el mismo esquema tema tras tema, disco tras disco: bases contundentes, riffs pegadizos y estribillos fácilmente recordables. Con esta receta han ido sacando single tras single, uno tras otro, seguros de que la fórmula funciona.
Su debut Franz Ferdinand era directo y crudo. Su continuación, You could have it so much better no tenía la pegada del primero, pero sí un sonido más cuidado y una producción más elaborada. En el tercero, Tonight, patinaron un poco al meterse en terrenos más resbaladizos, aunque salieron con vida de la empresa. En este su último trabajo parece que retoman la senda perdida (hasta la portada está más en línea con las dos primeras, dejando a la de Tonight como la única en la que aparece fotografiada la banda) y vuelven al sonido de sus primeros discos, aunque se percibe un tono más oscuro en las canciones; ¿señal de madurez? ¿de cansancio? ¿de falta de inspiración?
Lo cierto es que lo primero que salta a la vista (o al oído) es que a este álbum le falta frescura, y se nota en las composiciones y interpretaciones: son efectivas desde luego, pero no tienen la fuerza y la garra de anteriores trabajos. Aún así saben hacer temas pegadizos a la vieja usanza: el single Right Action, acompañado como siempre de un soberbio videoclip, fue una buena manera de abrir el apetito, dejándonos con un más que aceptable sabor de boca y con ganas de más. Sin embargo el resto del menú no estuvo a la altura... Uno de los mejores temas es en mi opinión Stand on the horizon, cuya suave y cálida introducción no nos hace adivinar en el pegadizo desarrollo del mismo, que compás a compás nos incita a bailar con su sugerente ritmo. Probablemente Bullet sea la canción que mejor engarza con sus primeros discos: simple, directa, eléctrica y despierta; no perdurará como antiguos temas suyos como This fire o 40ft pero se agradece el guiño. Algo parecido podría decirse de Love illumination, pero el sonido pesado de las guitarras chirría, y tanta distorsión y las graves voces estropean un tema que podría haber dado algo más de jugo.
Estamos desde luego presenciando el declive de una banda que nunca es que diera mucho de sí, pero que al menos por un tiempo cumplieron sobradamente las expectativas que ellos mismos crearon. En conjunto el disco resulta una extraña combinación de temas donde dos o tres funcionan bastante bien, otros tantos son relleno pasable, y los demás prácticamente carecen de inspiración alguna (sobre todo el final del disco, que se hace bastante cuesta arriba). Que el tema que cierre el disco se titule precisamente Goodbye lovers and friends puede ser premonitorio. Nunca se sabe.
No sé si se tratará del final de Franz Ferdinand; no creo que les quede mucho más que decir/hacer a Kapranos y compañía, pero al menos servidor sí que les echará de menos por los buenos ratos pasados "en su compañía". Me quedo con sus irresistibles singles, su actitud descarada y sus divertidos directos.
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