Original de Moncho
Coincidiendo con la crisis ( casualidad o no) los
departamentos de cargos a terceros de los servicios públicos de salud han
empezado a ser más estrictos a la hora de facturar aquellos servicios que han
realizado y le corresponde pagar a otros. Es el caso de los accidentes de
tráfico o laborales a las mutuas y las
asistencias ( normalmente emergencias) a las compañías privadas.
Las compañías privadas promocionan fenomenal que te
acompañan durante tu embarazo, puedes elegir especialista, tienes muchos
canales de TV en sus clínicas, cama para tu acompañante y una hora de
aparcamiento gratuito. Pero, no informan adecuadamente de que si tienes una
emergencia y llamas al 112 estas llamando al “ordinariote” servicio publico de
salud de tu comunidad ( también denominado “ la pública”, “la seguridad
social” o “el seguro”) en definitiva, el
de los pobres. Y tampoco te informan de que ellos no tienen servicio de emergencias
alternativo.
¿Qué está ocurriendo ahora? Pues que con esto de que el
cuerno de la abundancia ya no es lo que era, y cuando tu, inocente asegurado de
una compañía privada, solicitas asistencia por el 112, este te va a atender,
pero se lo va a facturar a tu compañía privada.
¿Y que va a hacer tu compañía privada? Pues te lo va a
intentar cobrar a ti, aduciendo que los debías haber llamado a ellos. ¿ Donde?
Preguntarás tú. Pues eso.
Estas son las facturas que últimamente están recibiendo los usuarios de compañías privadas por el
Servicio Extremeño de Salud al haber sido atendidos por emergencias.
Es en el momento de abrir el sobre cuando se oye la célebre
frase. ¡Ah! Si yo pensaba que esto era gratis.
Pues resulta que no, NO ERA GRATIS, LO PAGAMOS ENTRE
TODOS.
Ejemplo de factura