Frikiconsejos para hombres I: el Portal 2 y las guías de ayuda

Publicado el 23 octubre 2012 por Rizosa

¡Buenos días, ovejosos!
Hace varios días os adelanté ya algo vía twitter y fareborn: estrenamos nueva sección en Una de Rizos...:  FRIKICONSEJOS PARA HOMBRES.
Y es que a veces a las mujeres nos cuesta horrores comunicarnos con ellos; es como si entre ambos sexos existiese un muro invisible de malentendidos que nos vuelve locas una y otra vez. Y nos cansamos, nos hastiamos, nos desesperamos pensando que por mucho que intentemos explicarles, al final no conseguimos hacernos entender. 
Pues eso se va a acabar. Porque yo, una humilde oveja rizosa, estoy dispuesta a traducir todas esas inquietudes nuestras (vuestras, hembras humanas) a un idioma que de seguro ellos van a comprender mucho mejor: el friki.
Y para comenzar con broche de oro la sección, tocaré hoy un tema delicado que (estoy segura) nos desespera a todas: los hombres y su cabezonería a la hora de pedir ayuda. ¿Por qué narices les cuesta tanto? Es como si creyesen que por preguntarle a alguien por la calle dónde está tal sitio se les fuese a caer un pedazo de minga. Como si llamar al fontanero fuese el fin del mundo tal y como lo conocemos. Como si por pedirle a otra persona que les ayuden -enseñen- a coserse un botón fuese el fin de su hombría.
Os contaré una historia.  Hace relativamente pocos meses yo me enganché al Portal 2. Un amigo me lo recomendó diciendo que me encantaría, y tenía razón: es un juego tremendamente adictivo, hipnótico, de esos que te comen el coco y te hacen abstraerte de todo mientras te rompes la cabeza para solucionar puzzles y avanzar niveles. Pues bien, el amigo que me lo recomendó me iba preguntando de vez en cuando por qué nivel iba, qué me estaba pareciendo y demás, y yo le relataba entusiasmada mis avances y la forma en la que conseguía pasarme cada nivel. Poco a poco, eso sí, pero yo iba avanzando. 
Hasta que llegué a un nivel que se me atascó. Seguro que todos los gamers habéis tenido esa sensación odiosa en algún momento del juego en la que sabéis que estáis saturados, que por muchas vueltas que le deis no vais a conseguir avanzar y que ya sólo podríais cabrearos más y más.  Así que yo me atasqué y decidí dejarlo por esa tarde, a ver si por la mañana estaba más lúcida y fresca (mi mente, no yo, ejem) y conseguía dar con la tecla.  Pero por la mañana tampoco supe qué hacer. No había forma. De esta manera comprendí que la solución estaría seguramente delante de mis narices, y que no era capaz de verla por alguna razón (soy lerds, lalala). Y así fue como, antes de acabar odiando el juego, busqué una guía por internet en la que me iban diciendo qué debía hacer para solucionar cada nivel. Me fui directamente al nivel en el que me encontraba, con cuidado de no leer más de la cuenta, y descubrí con cara de pardala que casi lo tenía todo resuelto y que me había faltado hacer una chorrada para avanzar.
Me acabé el juego algunos días después, ya sin necesitar más ayuda y con una sensación de satisfacción enorme, y fui corriendo al chat a comentárselo al amigo que me lo recomendó. Entusiasmada, le pregunté que qué le había parecido a él el final, porque a mí me había encantado, y para mi sorpresa va y me suelta: "ah, no lo sé, no me lo he llegado a terminar y no creo que lo haga porque me atasqué hace algunos meses y me he cansado".
WHAT?????
O sea, resumiendo: que prefieres abandonar un juego que te encanta tan sólo por no asumir que necesitas ayuda. ¿EN SERIO?
Vamos a ver, almadepollo. Yo entiendo que mole mucho más acabar las cosas por uno mismo. Que pedir ayuda implica que la necesitamos, y que en cierto modo eso podría restarle mérito al éxito final. Pero es que hay algo que se os olvida: puede que si no le preguntáis a alguien o no miráis en una guía, no haya final.
¿De verdad quieres perderte parte del juego por pura cabezonería? Párate a pensarlo un momento y lo más probable es que llegues a la conclusión de que no. Igual que mi amigo que, tras haberme reconocido que actuó de forma infantil y cabezota, me pidió ayuda con esa pantalla que se le había atravesado y se acabó el Portal 2 esa misma tarde, viciadísimo. 
Resumiendo, y a modo de conclusión y frikiconsejo de hoy: si ves que te atascas en cualquier pantalla de la vida, pide ayuda, hombre. No pasa nada por buscarte a un compañero de investigación de vez en cuando que consiga descubrir dónde va ese cubo rebelde, cómo matar a aquella torreta cabrona o dónde debes poner los portales para avanzar si no eres capaz de verlo tú mismo. Porque lo más importante es avanzar, al fin y al cabo, y no es lo mismo ser un vago inútil que siempre se deja llevar por los demás a permitir que otra persona te guíe cuando lo necesitas realmente. Lo que en mi tierra también es una forma más de madurar, vaya.