Mis palabras están arrepentidas de tener mis poesías de moradas,Lloran sobre el papel arrinconadas (se sienten mal y temen por sus vidas)Ay si algún día fueran bendecidas en versos o en prosas delicadasO al menos de mi mismo apartadas y a un poeta virtuoso, ofrecidasMi mano diestra quiere entumecerse, mas la tinta del alma le reclamaLetra tras letra, versos quieren verse dentro del corazón cual una flama Que no apagan lágrimas lloradas ni una lluvia de penas lamentadasYo, que siempre trabajo y me desvelopor parecer que tengo de poetala gracia que no quiso darme el cielo.CERVANTES