B en su primera visita a la biblioteca.
Es simpático que algunos cristianos y algunas feministas educan a sus hij@s en casa -sin enviarles a la escuela- básicamente por la misma razón: el sistema educativo funciona de un modo que no consideran apropiado y quieren que sus hij@s aprendan otras cosas y de otras maneras.Habrá inconvenientes asociados a la educación en casa; sin embargo, lo primero que salta en mucha de la crítica a esta práctica es que "todos los niños deben ir a la escuela porque todos los niños van a la escuela". Todos deben hacer lo que todos hacen.
En la variedad de "¿cómo no le vas a dar X?" y ¿cómo no la vas a dejar que Y"? -o viceversa- , que puede escuchar una mamá o un papá, el fondo del asunto es que para ser normal hay que ser como todos. Y que esa "normalidad" (hablando de la normalidad estadística) es algo deseable.
Hay que ser obtuso o muy egocéntrico para querer criar niños aislados del mundo. Pero hay muchos mundos posibles y muchos modos de situarse en el mundo. Supongo que la mayoría de los papás y las mamás preferiríamos que nuestra criatura se ahorrara las complicaciones que suelen acompañar el ser "raro"; pero con los principios no se transige, en lo que es valioso no se hacen descuentos. Lo bueno no se define porque "lo hagan todos" o "siempre se haya hecho".
Silvia Parque