El semáforo ha perdido sus colores, y solos en medio de la nada, dirigimos nuestros pasos sin rumbo hacia algún punto equidistante.
Un desierto como horizonte, la niebla, nubarrones, ninguna huella por andar o desandar.
Bajas a la calle y te sientas a ver llover entre una lluvia de notas sostenidas. Y sonríes, empapada hasta los huesos, sonríes, la vida es magia, tu tiempo es ya de nadie, y le dedicas a tu rostro otra sonrisa.
En ese banco pasa la vida, ves desfilar la tuya, y le sacas la lengua, y un loco a altas horas de la noche viene a sentarse a tu lado.Te coge la mano y te dice los años que tienes, lo guapa que estás así empapada hasta la médula, que eres española por los ojos que tienes, y le regalas tú también lo poco que tienes, esa sonrisa que tras una mueca agridulce la lluvia ha sabido limpiar.
Regresas a casa, te recuestas en el viejo sillón, y abres la ventana, y alguien está pintándote una luna,una luna nueva, te dice, mientras de un brochazo te pinta el sol para mañana
Y cuando ya es mañana, te sientes fuerte, y escuchas esas voces que te dan vida, y con ese aliento, una noche más, en el antro de siempre, regalarás tu voz ahora mismo, bajo los acordes de un piano.La vida sigue...y no espera.Y lleva nombre de bolero en las notas de mis besos.