Revista Literatura

Gala de premios xliv edición, el jardinero fiel de john le carré

Publicado el 31 diciembre 2024 por David Rubio Sánchez
GALA DE PREMIOS XLIV EDICIÓN, EL JARDINERO FIEL DE JOHN LE CARRÉ


—¿Qué narices está pasando entonces? —dices, para ti mismo, porque ya sabemos que sigues solo, en el suelo de esta calle que te ha recibido como un amigo al que no le caes muy bien. Palmeas para sacudirte parte de las partículas adheridas que se han pegado a tus manos con la frenada de la caída. Entonces te das cuenta de algo: ya no lo llevas contigo. ¿Dónde están? Nerviosamente, das un rápido barrido. No lo ves.
—¿Qué coño? —dices, casi gritas, mientras te levantas y comienzas a dar vueltas mirando hacia todos los lados hasta que lo encuentras a varios metros de ti. Demasiado lejos ha parado, ¿no? Puede que la caída haya sido más aparatosa de lo que creías. Es un gran sobre repleto de papeles garabateados. Algunos han salido del mismo y aguardan ser rescatados en del suelo de una humedad nocturna que comienza a apoderarse de su integridad estructural. Vas a socorrerlos. Resoplas esperando que no se hayan deteriorado, o por lo menos eso que llevan escrito. Los agarras y, sin mirarlos o inspeccionarlos, los metes de nuevo en el sobre y emprendes la marcha. O eso tratas, ya que antes vuelves a mirar hacia todos los lados, pero en este caso hacia los edificios y todo lo que te rodea. Sigues nervioso. Te acuerdas de esos crujido que te estaban acechando antes de que cayeras. Te siguen. O más bien, crees que te siguen, aunque en el fondo estás solo. Te lo digo yo. Llevas todo el rato estándolo. Y sí, sé que piensas que hay un motivo para que te sigan, pero tampoco te creas tan importante como para que captores tan experimentados estén lamiéndote el culo. Todo esto es fruto de tu nerviosismo, uno aceptable por lo que vas a hacer, pero tan solo simple paranoia cercana a la locura. Ya está.
—¡Joder! —susurras, como queriéndote sacar esa locura de la cabeza.
—No es eso.
¿No? Entonces no sigas caminando tan deprisa, no tuerzas por las calles como tratando de dar desoriente a tu sino, no escrutes cada uno de los recovecos que van asomando por cada nueva esquina. Además, todo esto puede que sea parte de un remordimiento que no puedes dar esquinazo. El mismo que nace de ese sobre que has robado y que llevas bajo el brazo, ¿verdad? ¿O ahora me vendrás con eso de que no tenías otra opción?
De pronto, un coche pasa raudo por tu lado. Ha irrumpido por la noche como un animal desbocado y medio ido. Una aptitud que me recuerda un poco a la tuya. ¿Por qué no te calmas? Nadie te sigue. Estás solo. Noche cerrada. No hay ni un alma salvo locos desalmados que no tienen un lugar donde apaciguar su temperamento. ¿Eres tú uno de ellos? ¿Por qué no tiras ese sobre a una papelera y vas en busca de un copazo reparador?
El coche de antes vuelve a presentarse, aunque su proceder es un poco menos macabro, menos iracundo, ya que aparece despacio, incluso su apariencia es otra bien distinta, ya que es uno de esos grandes autos de alta gama, el cual, una vez llega a tu lado, aminora la marcha hasta ir a la misma velocidad que la tuya. Entonces, la ventana trasera se abre y aparece una sombra:
—¿Los tienes? —Una voz ronca que sale de esa sombra.
Tragas saliva. Sí, los tienes y, sin mirar hacia el interior del vehículo, alargas el brazo y acercas ese gran sobre. Una mano enguantada en cuero sale de la ventana y lo pilla. Ni tú ni el coche os detenéis, seguís avanzando, aunque en este caso muy lentamente. De pronto, vuelves a oír ese chasquido por detrás, el mismo que hace unos minutos, u horas, te ha ofrecido la certeza de que alguien os estaba siguiendo.
Te detienes y te giras con el corazón a mil por hora. El coche sigue un par de metros pero se detiene en un frenazo. Puede que sea porque se ha dado cuenta de que tú lo hayas hecho antes, o puede que sea porque la puerta trasera, aquella que aguarda aquel guante de cuero, se abra. De ella sale un hombre grande vestido de chaqueta, cara oscura y pelo negro. Tiene los ojos ridículamente juntos, lo que no te hace ni pizca de gracia.
—¿Qué mierda es esta? —te dice, levantando parte de las hojas que le acabas de dar.
—¿Cómo? —dices.
—¿Dónde están los relatos? —grita al tiempo que lanza esas hojas al suelo.
—Te los he dado, son… —dices al tiempo que te acercas y recoges parte de las hojas que te ha lanzado.
Efectivamente, no son los relatos, sino hojas garabateadas con palabrería administrativa o algo parecido.
—Pero, esto no puede ser... —dices, levantando la vista. Al hombre de los guantes parecen juntársele más los ojos.
—¿Quieres jugárnosla?
—¡No! Te juro que me he ceñido al plan —dices, más bien titubeas mientras sudas, a pesar del frío nocturno—. Las he robado no hace ni una hora..., como acordamos para no levantar sospecha..., y, como acordamos, me he venido hacia aquí sin detenerme en ningún lado, sin demoras ni… ¡mierda!
Eso digo yo, mierda.
—¿Mierda? —pregunta él.
Tú no contestas, solo te giras hacia la calle. Ahora lo entiendes: en efecto, te estaban siguiendo, en efecto, te habrán dado el cambiazo de las hojas cuando has caído, y, en efecto, era un tío muy habilidoso. Ni siquiera yo me he dado cuenta, y eso que soy el narrador.
—Me los han robado… —dices, sin querer mirarle a los ojos.
Él sorbe sonoramente por la nariz.
—¿Robado? ¿Entiendes la gravedad del asunto? ¿Entiendes qué puede ocurrirle a la empresa si esos relatos salen a la luz?
Asientes, bajas la cabeza y tratas de dejar de temblar.
—¿Y ahora qué? —preguntas.
—¿Ahora? Ahora tendremos que ir a la gala.
—¿A gala? —Levantas la vista incrédulo, este tío está más loco de lo que pensabas—. Pero… ¡Eso es una locura!
—¡Exacto! —ríe mientras mete la mano en su bolsillo y saca un revolver—, ¡es la madre de todas las locuras! Pero tú no lo verás, tu misión termina aquí...
Acto seguido se sucede un fogonazo sordo seguido de un impacto que resuena por todo tu pecho mientras tu visión comienza a fundirse en negro. En efecto, tu misión aquí ha terminado. Incluso podría decirse que la mía también. Sin embargo..., no quiero. Este giro no lo he visto venir. Así que, en su lugar, me meto en el coche de este lunático. Ahora el que estoy nervioso soy yo...
¡Esto no me lo pierdo por nada del mundo!

GALA DE PREMIOS EDICIÓN XLIV, EL JARDINERO FIEL DE JOHN LE CARRÉ

MENCIÓN HONORÍFICA, DEL DÉCIMO AL CUARTO PUESTO:

El número que aparece entre paréntesis se corresponde al total de participantes que otorgaron la puntuación correspondiente.

10.  Con 30, 24 puntos, La bruja que surgió del páramo, de BRUNO. Ha sido votado por un total de 8 participantes otorgándole un 28 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (0), 6 ptos (1), 5 ptos. (3), 4 ptos. (0), 3 ptos. (1), 2 ptos. (1), 1 ptos. (2).

9. Con 31, 8 puntos, La fiesta, de OCTAVIO. Ha sido votado por un total de 6 participantes otorgándole un 30 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (0), 6 ptos (3), 5 ptos. (1), 4 ptos. (1), 3 ptos. (1), 2 ptos. (0), 1 ptos. (0).8. Con 35, 17 puntos, Meta complot, de HUGO CARRANZA. Ha sido votado por un total de 5 participantes otorgándole un 34 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (4), 6 ptos (1), 5 ptos. (0), 4 ptos. (0), 3 ptos. (0), 2 ptos. (0), 1 ptos. (0).7. Con 36, 38 puntos, Protectores de Auyantepui, de RAQUEL PEÑA. Ha sido votado por un total de 7 participantes otorgándole un 34 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (2), 6 ptos (2), 5 ptos. (0), 4 ptos. (0), 3 ptos. (2), 2 ptos. (2), 1 ptos. (0).6. Con 37, 45 puntos, El precio del silencio, de El Demiurgo de Hurlingham. Ha sido votado por un total de 7 participantes otorgándole un 35 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (2), 6 ptos (2), 5 ptos. (1), 4 ptos. (0), 3 ptos. (1), 2 ptos. (0), 1 ptos. (1).5. Con 37, 8 puntos, Secreto en la catacumbas, de ROCIO CALA LÓPEZ. Ha sido votado por un total de 8 participantes otorgándole un 35 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (2), 6 ptos (1), 5 ptos. (0), 4 ptos. (3), 3 ptos. (0), 2 ptos. (1), 1 ptos. (1).4. Con 41, 42 puntos, Daños colaterales, de DE LA FLOR RUÍZ. Ha sido votado por un total de 9 participantes otorgándole un 38 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (1), 6 ptos (2), 5 ptos. (2), 4 ptos. (1), 3 ptos. (0), 2 ptos. (2), 1 ptos. (1).¡Y este es el PODIUM de ganadores!Con 42, 9 puntos, se lleva el TINTERO DE BRONCE Gritos de dolor, de ULISES CASTELLANO ORIHUELA. Ha sido votado por un total de 10 participantes otorgándole un 39 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (1), 6 ptos (1), 5 ptos. (1), 4 ptos. (1), 3 ptos. (5), 2 ptos. (1), 1 ptos. (0).
GALA DE PREMIOS XLIV EDICIÓN, EL JARDINERO FIEL DE JOHN LE CARRÉEnhorabuena ULISES por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.Con 44 puntos, se lleva el TINTERO DE PLATA La teoría del hijo único, de MARIFELITA. Ha sido votado por un total de 10 participantes otorgándole un 40 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (1), 6 ptos (3), 5 ptos. (0), 4 ptos. (2), 3 ptos. (0), 2 ptos. (3), 1 ptos. (1).


GALA DE PREMIOS XLIV EDICIÓN, EL JARDINERO FIEL DE JOHN LE CARRÉ

Enhorabuena MARIFELITA por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.Y Con 53, 28 puntos, se lleva el TINTERO DE ORO Infiltrado, de MARTA NAVARRO. Ha sido votado por un total de 11 participantes otorgándole un 40 puntos distribuidos de la siguiente manera: 7 ptos. (2), 6 ptos (1), 5 ptos. (3), 4 ptos. (1), 3 ptos. (1), 2 ptos. (3), 1 ptos. (0).

GALA DE PREMIOS XLIV EDICIÓN, EL JARDINERO FIEL DE JOHN LE CARRÉ

Enhorabuena MARTA por este reconocimiento que conlleva, además de este diploma digital que puedes colgar en tu blog, la publicación en la antología anual de EL TINTERO DE ORO.

Con esto terminamos la 44ª edición del concurso de EL Tintero de oro, dedicada en este caso a John le Carré y su Jardinero fiel. Muchas gracias a todos los que habéis participado y nos habéis regalado una edición tan conspirativamente enriquecedora. Aquí tenéis todos los relatos que han participado. Feliz Navidad y próspero año nuevo.Y antes de despedirnos hasta el año siguiente, desde el equipo de El Tintero queremos darle muchos abrazos, besos y toda la fuerza de la que disponemos a Ainhoa (nuestra compañera del blog Todo lo que tiene nombre existe y que además comparte los vídeos con que completamos cada uno de los homenajes de los autores) por la pérdida de su compañera Guille. Muchos abrazos y aquí tienes a un grupo de amigos para continuar en este viaje hacia donde sea.¡Saludos, tinteros!

Volver a la Portada de Logo Paperblog