Mención especial para al Atlético de Simeone, con un Falcao espectacular, ganando brillantemente el primer título continental de la temporada. Cómo me recuerda el juego al de Luis con aquellos contragolpes fulminantes y el colombiano al azteca Hugo.
El Madrid ha empezado la liga titubeante poniendo en evidencia lo crucial de los goles de Cristiano para este equipo. La dependencia blanca del portugués es preocupante, así como la ausencia de un juego definido que le posibilite la fiabilidad necesaria para aspirar a todo. Aunque pudo golear en algunos momentos en la vuelta, en los partidos contra el Barcelona los goles merengues llegaron en un saque de esquina, un fallo clamoroso de Valdés y dos patadones hacia adelante desde la defensa con sendos fallos de los centrales culés dejando solos a los delanteros blancos. Y el inefable Mourinho ha vuelto también por donde solía. Cuando pierde su equipo la culpa es de los jugadores, del árbitro o del de la moto; nunca es responsabilidad suya. Ahora bien, cuando se trata de sacar la barriga él es “el único”, tal y como cree que deberían llamarle, en su demencia narcisista, por sus numerosos éxitos en cuatro ligas diferentes, que también son verdad.El luso puede vanagloriarse de ello, pero a quienes nos gusta analizar el fútbol sin ‘resultadismos’, rara avis que somos, nos quedamos con lo siguiente. D. Xoxé se encontró en el Oporto – su primer éxito- con la mejor pléyade de futbolistas en la historia de este club; plantilla mayoritariamente heredada. Ganó la Champions para el club portuario y después lo intentó en el Chelsea a golpe de talonario y no pudo, aunque ganó una liga y una copa. En el Inter lo hizo muy bien logrando una liga y un triplete en dos años- su mayor triunfo, con mucha suerte previa en el Nou Camp- con jugadores muy contrastados aunque venidos a menos en su mayoría. Y en el Madrid ha ganado tres títulos domésticos con la mayor inversión en fichajes en su muy laureada historia. En Chamartín no ha descubierto nada, ciertamente, pues eso es menos de lo normal en la trayectoria blanca. Y si relativizamos esos triunfos con arreglo al dinero gastado y al patrimonio incorporado en jugadores al club, entonces sería el entrenador menos eficiente en la historia del Real. El fichaje más rentable sería Cristiano, y a éste lo fichó Calderón,que no D. Florentino.
Y si seguimos con el no ‘resultadismo’, de los tres títulos ganados para los blancos, la Copa en 2.011 fue una realidad entre diez posibilidades, pues debió ganarla el Barsa por juego y ocasiones. La liga de la reciente temporada sí la ha ganado por méritos y con brillantez, batiendo todos los registros posibles; y si miramos la reciente Supercopa de España, donde hubo buen espectáculo y pudo ganar cualquiera, la ha ganado más por desméritos del Barsa que por juego propio; hasta el último momento, los blaugranas, con uno menos durante más de una hora, tuvieron opciones claras de llevarse el trofeo. ¿Qué hubiera pasado entonces después del solitario puntillo que llevaban los blancos hasta ese momento en la Liga? Probablemente nada reseñable, porque el ‘forofismo’ reinante niega la evidencia, pero para los adentros de los madridistas hubiera cundido un desánimo muy madrugador de cara a la presente temporada. El Madrid puede presumir en este inicio de temporada de garra, que nunca le ha faltado en su centenaria historia, pero,salvo destellos, no de juego.
Quien sí puede hacerlo es el equipo de Tito Vilanova, que lleva seis de seis en la Liga con su clásico tiralíneasdejando además una excelente imagen en los dos partidos de la Supercopa, aparte de los fallos reseñados. Y también puede presumir de gallardía por la normalidad de quedarse en el campo, sin excusas barateras, para asistir a la entrega del trofeo a su rival; cosa que éste no ha sabido hacer recientemente, como bienrecordó en televisión un indudable madridista como Sanchís. Claro que esa falta de elegancia es también una aportación sui géneris del clan de los portugueses,con la anuencia pasmosa del Sr. Pérez.
Mientras, un negrito y un rubito extranjeros retozan por el Bernabéu; y Mata, Granero, Rodrigo, Javi García, Carvajal, Joselu, Borja , o Silva y Cazorla, exiliados por Europa. Guti ha estado muy clarito con lo de Granero.
¡Viva España!, que gritan muchos aplaudiendo a un equipo plagado de foráneos frente a más de media selección española. Curioso.