¿Son inteligentes los gatos? Sin la menor duda. ¿Son arteros, cariñosos cuando quieren, indiferentes si les sirve y se saben comprar a su amo/siervo? Seguro. Pero... ¿son artistas? Ahí ya me entra la duda. Mi gata Flor se cree cantante de ópera, pero fuera de eso, no ha demostrado la más minima vocación artística hasta ahora; es más, toda mi vida he estado rodeada de gatos (hoy en día cuatro, creo que me olvidé de contarles que Flor tuvo cría) y ninguno de ellos demostró inclinación hacia las artes tampoco.
Sin embargo, partiendo de la base de que las demarcaciones territoriales de los gatos tienen asimismo una motivación estética, los autores Burton Silver y Heather Bush nos muestran en su libro la obra de varios gatos artistas (no de artistas que pintan mininos en su obra, sino de la obra de mininos que pintan). El texto está escrito por Burton (los gatos pintarán, pero por ahora no escriben) y las fotografías son de Heather, ambos autores bien conocidos en Nueva Zelanda, con varios libros publicados aparte del que nos ocupa.
Como introducción, Silver y Bush presentan un muy elaborado y semi-plausible racconto de gatos pintores, empezando en el antiguo Egipto, con fotos de gatos momificados aferrados a sus papiros, hasta pergaminos iluminados de la Edad Media y afiches del siglo XIX que retratan creativos felinos en plena tarea. Siguiendo este detalle histórico, hay páginas y páginas describiendo diferentes gatos artistas, cada uno con su estilo propio. Nos muestran a los animales en pleno trabajo, con sus patitas coloreadas creando pinturas. Las fotografías son maravillosas, los gatos son hermosos, y las ‘obras de arte’ también... una cruza entre Jackson Pollock y Van Gogh.
Pero no es tan simple la cosa, ‘Bootsie’ es trans-expresionista y ‘Charlie’ realista periférico, la gatita ‘Ginger’ es neo-sinteticista y ‘Tiger’ es reduccionista espontáneo. ‘Smokey’ tiene preferencia por las escenas rurales románticas y ‘Pepper’ pinta retratos, sobretodo de su novia Venus. Y en la fotografía debajo, vemos a ‘Princess’ retratando a Boris, su compañero de juegos, y prestando especial atención al verde en su collar.
También había referencias a un museo muy particular: el Museo de Arte No Primate o MONPA (Museum Of Non-Primate Art). El sitio parecía muy auténtico, pero leyendo con más atención, resulta que no cuenta con una dirección física concreta y presenta exhibiciones del tipo de: ‘Poesía y prosa de las huellas paquidérmicas’ o ‘Termitas, su arte y arquitectura’.
Muy raro. Mi sentido arácnido estaba sonando demasiado fuerte ya para no prestarle atención. Usted, ¿no desconfiaría?
Esto ya era demasiado, poniendo ambos libros, uno al lado del otro, es evidente la broma. Sin hablar que Snopes.com (el sitio obligado para descubrir farsas en Internet) tiene toda una entrada sobre ambos libros, tildándolos claramente de falsos, o sea, los libros existen, pero la información es falsa y las fotos son manipuladas (admirablemente).
Chapeau a los artistas (humanos) que diseñaron y ejecutaron esta farsa tan lograda, y que se las arreglaron para vender miles de dólares en libros en el proceso. Cuando sea grande, quiero ser como ellos.
“Why Cats Paint – A Theory of Feline Aesthetics”
Burton Silver and Heather Bush
Ten Speed Press, 1994
“Why Paint Cats – The Ethics of Feline Aesthetics”
Burton Silver and Heather Bush
Ten Speed Press, 2006
Personalmente, me gustan los gatos zodiacales, ¿a ustedes?
EriSada