Hay muchas maneras de escribir. Últimamente parece que las palabras se han abreviado de manera contundente.
Es la época de la posmodernidad. Yo soy pre-moderna. Es por eso que mis escritos son largos, incluyen post-datas y otros artilugios que sólo conocen personas que superan las cuatro o cinco décadas de vida en este planeta.
¿Qué esperar luego de cinco décadas?
Esperamos amar y ser amados señores. Como cualquier adolescente que hoy cursa su décimo quinto año de vida. Tal vez, nuestra manera de amar parezca más larga: más larga en expresión, más larga en comunicación; aunque con tanto miedo, con tanto error cometido y con tantos fracasos habitados la intensidad parezca media.
A media intensidad, medidos son los resultados.
Pero atentos. No podemos dejar de ser quiénes somos en esencia. Acostumbrados a escritores de larga pluma, a relatos extremadamente largos y enroscados del tipo Ana Karenina o Cumbres Borrascosas, de pronto la urgencia de la lectura concisa, donde cada página suscribe un titular que bien podría ser el título de un libro; nos sentimos perdidos. Hablo por mí, y por el resto de esta generación X. X de estamos en el medio. X de nos sobran las palabras y los motivos como diría Sabina. X de queremos saberlo todo, sin poder de síntesis, sin frases armadas que caben en una captura de pantalla. X de que no queremos historias que se sustenten en diálogos de Whatsapp. X de no sé bien qué querés decirme con un emoji.
Pero no podemos sustraernos de esta época. ¿Entonces? ¿Qué hacer? ¿Cómo amar concisamente? ¿Cómo hacer para encontrarnos?
¿Cómo recorrer miles de caminos bifurcados siendo breves? ¿Cómo se puede ser breve en el amor? ¿Cómo ser breves en la esperanza, los sueños, en la amistad?
¿Cómo ser breves con los argumentos políticos, sociales y culturales?
Admiro el poder de síntesis de los milennials.
Aunque en apariencia tengamos poco en común, con pocas o muchas palabras vamos hacia el mismo terreno fangoso de nuestros antecesores.
El misterio de la vida, del amor, del desamor, del paso del tiempo; cómo trascender a nuestra época, y el tan mentado encuentro con el otro.
Patricia Lohin
Anuncios