George Harrison – All Things Must Pass

Publicado el 12 octubre 2012 por Rockandrollismyaddiction @RubenBorrajo

Durante su etapa como miembro de los Beatles, George Harrison fue eclipsado por las figuras mediáticas de Lennon / McCartney y en cierto modo le “condenaron” a permanecer oculto en la sombra. En ocasiones, sus aportes fueron considerados como superficiales, por no decir ignorados. Tras la ruptura de los Beatles, Harrison decidió recopilar su propio material y acompañado de su innegable talento compositivo, nos obsequió con esta referencia inexcusable de la década de los setenta a la que llamó “All Things Must Pass”.

Una extraordinaria y conmovedora obra, que te hará humedecer los ojos y a la que valoramos como un vendaval musical de una altura sin precedentes. Auténtico disco de culto, poseedor de una profundidad lírica increíble. Sus letras están impregnadas de una temática relacionada  a la religión, el amor o la fe.

Grabado en los Abbey Road Studios de Londres, “All Things Must Pass” se publicó en noviembre de 1970 por  el sello Apple/EMI, en formato triple y fue producido por el gran Phil Spector. Originalmente, constaba de 23 temas, dividiéndose en dos vinilos con canciones y un tercero titulado “Apple Jam”, que incluye pistas e improvisaciones realizadas en el estudio de grabación, cooperando con otras estrellas del rock. En sucesivas rediciones como la de 2001, supervisada por Harrison y editada por EMI, los tres vinilos se reducen a doble CD, añadiendo temas extra y dotando de color a la portada.

Absolutamente memorable, la amplia selección de leyendas que colaboraron en este álbum, muchos de ellos, amigos personales de George Harrison: Badfinger, Dave Mason, Peter Frampton y Eric Clapton (guitarras), Klaus Voormann y Carl Radle (bajo), Gary Wright, Bobby Whitlock, Billy Preston y Gary Brooker (teclados), Jim Gordon, Ringo Starr, Alan White, Phil Collins, Ginger Baker y Pete Drake (batería y percusión), Bobby Keys (saxofón), Ray Cooper(pandereta),Jim Price (trompeta), Dhani Harrison,  Sam Brown(coros) y John Barham(arreglos orquestales). Un inolvidable elenco de mitos, varios de ellos procedentes de bandas fundamentales del universo rock como Cream, Traffic o los Derek and the Dominos entre otros.

Abre el álbum con esa perla que es “I’d Have You Anytime“ , coescrita por George Harrison y Bob Dylan. Seguidamente, uno de los puntos culminantes llegará a cargo del glorioso hit  y tema central “My Sweet Lord”, que arropado por unos bellos coros, acapara todas las miradas y de manera instantánea, se situó como el mayor éxito de la carrera de George Harrison como solista, alcanzando rápidamente el Nº 1 en las listas musicales del momento.

“My Sweet Lord”, generó cierta polémica y se vio inmerso en un proceso judicial, debido a que Bright Tunes Music, una empresa de Nueva York, denunció a George Harrison por un supuesto plagio, alegando la similitud de la melodía de “My Sweet Lord” con el tema He’s So Finede 1963, perteneciente a la  formación “The Chiffons”.

Continúa con Wah, Wah, en el que hace alusión a los problemas que tuvo con Paul McCartney y John Lennon en su época Beatle. Sencillamente genial, es esa gema denominada “”Isn’t It a Pity”, para seguir con “What Is Life”, imperecedero su riff de guitarra y single que popularizó Olivia Newton John posteriormente, obteniendo una gran fama.

 A todo el álbum lo envuelve una exquisitez extrema, reflejada en cortes como ese diamante en bruto que es “It Not For You”, propiedad de Bob Dylan, para seguir con “Behind That Locked Door”, el pegadizo estribillo de “Awaiting on You All”, “Let It Down”, la bella balada “Run of the Mill“, o la marca inconfundible que deja Mr. Eric Clapton en ”Plug Me In”,  “I Remember Jeep” y “Thanks for the Pepperoni”. El fantástico “Beware of Darkness”, tendrá su lugar privilegiado en el olimpo gracias a su excelente “solo” de guitarra. Para uso y disfrute de la comunidad rock es el tema “All Things Must Pass”, que da nombre al álbum. Con un espléndido riff nos deleitará en “I Dig Love”,  el rock se palpará en “Art of Dying”, o el magnífico “Hear Me Lord”, de las mejores canciones del disco.

Destacar la característica portada, en la que  podemos visualizar a George  junto a unos gnomos y sentado en su casa de Friar Park, en Henley On Thames, fue obra de Barry Feinstein, un célebre fotógrafo que ya había trabajado con artistas de la talla de Miles Davis, Bob Dylan o Janis Joplin.

Y así concluye“All Things Must Pass”, cortesía de George Harrison, aquel que desde mi humilde opinión, juzgaron erróneamente como el  “tercer beatle”. Siempre respetando toda clase de gustos musicales, todos sabéis que este pequeño blog desde sus orígenes ha manifestado su indiferencia hacia el cuarteto de Liverpool. Pero  sentimos una especial admiración por las trayectorias individuales de Harrison y Lennon, e incluso por ese buen baterista que es Ringo Starr.

Al margen de esto, fue aclamado por la crítica y  resultó ser el álbum más vendido y el primero publicado por un Beatle en solitario. A nuestro juicio, este disco fue el ejercicio de liberación que siempre deseó George Harrison, después de la separación de los Beatles.

Para el recuerdo colectivo, Harrison quedará como el creador de esta delicia sonora única e irrepetible, repleta de espiritualidad. Pero también será evocado, por sus numerosas contribuciones caritativas, su tremenda calidad musical y por su quizás tímida, pero fuerte personalidad que le hizo luchar contra la comercialidad.

Cuando los Beatles anunciaron su disolución definitiva, George Harrison hizo lo que realmente anhelaba, rodearse de amigos y de paso, poner el mundo a sus pies gracias a esta antológica obra, que sigue y seguirá resonando eternamente, esperando el amanecer de siglos venideros.

In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, Amén.