Germen, inspiración, plagio

Publicado el 02 marzo 2010 por Sergiodelmolino

Intertextualidad, en cualquier caso.

Esta semana he empezado a ver Scrubs, una sit-com hospitalaria que creo que en España sólo se ha podido ver en el Plus. Mi hermano me regaló la primera temporada -después de hacer proselitismo durante un par de años o así- y, la verdad, no sé por qué no me llamó la atención antes (nota al margen: tengo que hacer más caso de las recomendaciones de mi hermano). Es muy divertida. En su trama y su estructura, no deja de ser una sit-com clásica a más no poder, pero está rodada con mucha gracia, con mucho frenesí, con mucha exageración y poco realismo, con un aire bufo muy logrado y muy original. Además, los personajes están muy bien: el prota es un neurótico inseguro que no para de meter la pata y su partenaire es, directamente, y según propia definición, una nerd. Esto es, la antiheroína.

Pero yo sólo quería hablar del doctor Cox, jefe del prota, médico veterano y pasadísimo de rosca, muy histriónico -tanto el actor como el personaje- y con mucha mala baba. Cínico, gusta de humillar a sus subordinados, siempre tiene una frase ingeniosa y/o hiriente en la lengua, habla con frenesí, es genial, creativo, no soporta al director médico -a quien hace la puñeta siempre que puede- y se salta los protocolos médicos con alegría provocadora y rebelde.

¿Les suena de algo?

Sí, es House.

Pero un House anterior a House. Scrubs empezó a emitirse en 2001, y House es de 2004.

Me da a mí que el doctor House no es más que una versión contenida, dramática y detectivesca del aceleradísimo doctor Cox.

Habrá quien hable de germen, de inspiración, de referentes. Yo creo que se trata de una simple copia. Scrubs era ya una serie de éxito cuando se empezó a plantear House: es evidente que sus creadores la conocían.

Claro que House es otro rollo. Y Hugh Laurie es un actor infinitamente mejor dotado que el John McGinley que encarna a Cox (que, para su papel desquiciado, no está nada mal: para ir pasado de vueltas sin resultar cargante hace falta mucho talento). Hay suficientes rasgos diferenciales entre un médico y otro como para que no se sostenga una demanda por plagio, pero vamos, que bastan cinco minutos para darse cuenta.