- By gogol
- In Tomado de la red
- Posted On 6 agosto, 2015
- Tags Cuentos,Historias cortas
Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:
-No fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.
Levantose en esto un poco de viento y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto por don Quijote , dijo:
-Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar…
Miguel de cervantes
Publicado por: gogol