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Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)

Publicado el 12 enero 2010 por Vagabond
Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)
He llegado a la tercera parte de mi blog-novela por episodios sobre mi viaje en la tierra australiana. En el último post había embarcado en un vuelo rumbo al Norte, hacia Gold Coast. Gold Coast se llama así precisamente por su clima estupendo, muy parecido al clima canario y al californiano, caliente y seco, ventilado y con fuertes oscilaciones climatológicas entre el día y la noche.
El vuelo entre Sydney y Coolangatta y el aeropuerto del Gold Coast… es indudablemente uno de los más bellos que he visto. El panorama que se observa desde la ventanilla del avión es único, sobre todo para aquellos que han vivido siempre en grandes ciudades abarrotadas como las que existen en Italia, y que por lo tanto, ni siquiera pueden imaginarse un mundo de espacios vacíos e incontaminados. Es impresionante admirar la costa australiana desde la altura. La playa, enorme y vacía, parece no acabar nunca. A los hombros de la playa se divisa un "bush" casi al infinito (por "bush" se entiende la que nosotros llamamos mancha mediterránea). La sensación de libertad y de espacio sin límites es enorme, nos llena el alma y nos hace sentir verdaderamente libres.
Finalmente llego al aeropuerto de Coolangatta. Ya desde lo alto la ciudad se podían vislumbrar las casas monofamiliares, todas blancas; la ciudad se presenta como una lujosa avanzada anglosajona hacia los trópicos. El aeropuerto es pequeño pero muy funcional, fuera esperan los taxis y los autobuses que conducen a los correspondientes hoteles. Yo elijo el autobús. La calle entre el aeropuerto y el centro de Surfers Paradise es de estilo muy norteamericano. Parece estar en California: avenidas de seis carriles, casas de madera pintadas de colores pasteles; de un lado siempre se ve el mar, azul intenso y por supuesto, una interminable hilera de palmas escoltando la avenida. Surfers Paradise, el paraíso de los surferos, es una moderna ciudad marítima, meta de vacaciones para los australianos, ingleses y japoneses y residencia de muchos dichosos jubilados australianos y estranjeros, que han decidido pasar aquí los años de su jubilación.
  
Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)
Finalmente, "The shore apartments" o simplemente el aparthotel en que he alquilado por tres semanas un piso. Es un mini rascacielos de 20 pisos. Está dotado de gimnasio, piscina, garaje y mi apartamento en el décimo piso que se asoma directamente al mar. El panorama como pueden ver en las fotos es decididamente hermoso. Por consiguiente decido hacer mi primera cena en casa, en el balcón y mirando el mar.
La playa es exactamente de la otra parte de la calle. Apenas unos pasos y ya me encuentro en la playa de Surfers; es enorme, larga, dondequiera que miras el ojo se pierde en la inmensidad azul. En los días siguientes voy al centro de la ciudad caminando a lo largo del mar. Llego bajo la web cam de Surfers Paradise y en ese preciso instante recibo una llamada de mi amigo Emilio de Italia. Le comento sobre la existencia de la web cam y logramos vernos, Emilo delante de la pantalla de su ordenador en el despacho y yo en shorts, al otro lado del mundo. El hechizo de la red...
Con el pasar de los días algunos amigos conocidos en el avión (dos chicos sardos de Cáller, Daniele y Sandro y Michele de Turín) van a encontrarme a Surfers y se quedan por un día. Ellos están vacacionando y han elegido Australia para hacer "on the road" y ver a los canguros. Me cuentan de un amigo suyo, Antonello, vive en Sydney y está casado con una chica australiana. Sus suegros están jubilados; decidieron venderlo todo, comprar un catamarán y vivir en el barco atracado en puerto a Cairns aunque de vez en cuando sueltan amarras para navegar hacia el mundo. Soy muchos los australianos que han decidido vivir en un barco dando la vuelta al mundo. En aquel momento su única preocupación era estudiar una ruta alternativa que les evitara pasar por el Canal de Suez. Ya saben, para evitar las costas de Somalia que por aquel entonces ya eran famosas por los frecuentes ataques piratas.
Una tarde vamos a cenar a un restaurante italiano en el Boulevard peatonal de Surfers Paradise. Los gestores eran veneti, no recuerdo exactamente de dónde pero si recuerdo que comí el peor arroz al ilanese de toda mi vida. Aprendía a desconfiar de los restaurantes italianos al extranjero si no son bien recomendados. Después de cena nos sentamos en una terraza dónde intercambiamos nuestras últimas experiencias. Alrededor de nosotros, en una mesa cercana había una familia rusa residente en Australia que acompañaba a la hija y el novio, vestidos como en los años 50 y en silencio, con aires de quienes querrían evitar estas situaciones formales donde los padres les planean en voz alta sus vidas. Sus manos estaban abarrotadas de anillos de oro y diamantes. La ostentación.
En otra mesa había una pareja de chicas lesbianas que se intercambiaban besos y cariño sin ningún pudor. En Sydney me percaté de flexibilidad de la cultura australiana. Por supuesto, es reconocida como la segunda ciudad con la comunidad homosexual más grande al mundo después de San Francisco en los EE.UU. Los australianos son personas de mentalidad abierta por lo cual la comunidad homosexual (perfectamente integrada) se expresa sin reservas o inhibiciones de ningún tipo. Hay un gran sentido del respeto hacia el otro y hacia su libertad y derechos fundamentales.
Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)
Mientras tanto nuevos amigos me cuentan sobre su viaje. Me hablan de Cairns, país tropical de frontera, caliente y dinámico. Me señalan una localidad al sur, se llama "Byron Bay". Es una bahía bellísima, la playa y la localidad vuelven recordar algunos pueblecitos norteamericanos en California. Entre los residentes hay muchos acogidos a la moda alternativa, "backpakers" y viajeros vagabundos; estos personajes peculiares cambian el clima local haciéndolo más parecido al de San Francisco. En mi próximo viaje a Australia tendré este sitio como destino pues este enorme continente no se puede visitar en pocos días. Es mejor planificar varios viajes y poder admirar con más calma cada sitio.
Como pueden ver también yo estoy obligado a dividir mi historia en varios capítulos, acaba entonces mi llegada a Gold Coast. Próximamente hablaré de la fiesta de fin de año en Sydney...
Gold Coast entre Brisbane y Surfers Paradise. Australia (tercera parte)

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