Gordo como El Sistema Solar

En nuestro pequeños países, de mucha moral pero muy discriminatorios, no puedes ser pobre, feo o gordo, ni mucho menos viejo. Creo que la sobrepoblación hace perder el respeto hacia los demás. Uno más, o uno menos, no hace diferencia donde impera la ley del más fuerte, en lugar de la solidaridad.
Las palabras, qué duda cabe, tienen su carga emocional. Todavía recuerdo a La Gorda Apestosa gritándome delante de Quiquitos que mi trabajo era "nefasto". (La estúpida ni siquiera sabía sacar el IVA inverso de una factura, pero bueno, se atrevió a decir que el sistema del punto de venta no servía). Recuerdo, también, al idiota que me gritó gratuitamente "¡Córrele, viejón, córrele, viejón!" abordo de su camioneta destartalada mientras yo iba trotando sobre el malecón ribereño, sobre Blvd. Avila Camacho, en mi Coatzacoalcos querido (nunca te podré olvidar). Pero nadie, a pesar de los kilos de más, me ha dicho gordo.
Yo no hice dinero, mucho menos cantando, como Luis Miguel. Creo que el boricua -el español Luisito Rey se dio cuenta que convenía decir que su muchacho había nacido en Veracruz, y por algún tiempo los locutores lo presentaban como El Sol veracruzano- puede ocupar el lugar que dejó vacante Frank Sinatra en la cultura pop estadunidense, pero ya le da flojera cantar (ojalá se dedique en serio a sus negocios, como la cadena hotelera Camino Real). En fin, ha pasado mucha agua bajo el puente, y los que no han muerto han engordado.

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- Vértigo Político (@VertigoPolitico) enero 31, 2015