Si hiciéramos un círculo en la parte baja de Granada, dentro de éste estarían ubicados algunos de los edificios más bonitos de la ciudad.
Nuestro recorrido comenzó en la Plaza del Carmen, pudiendo entrar a visitar el patio del Ayuntamiento. Como estaban preparando la cruz de flores no pudimos fotografiarlo, pero sí su fachada.El Ayuntamiento comenzó siendo un convento del Carmen Calzado y fue cedido por el Estado al Ayuntamiento en 1848.
Después de un rato sentados viendo pasar a la gente y, sobre todo, descansando después de un rato de camino desde el hotel, seguimos nuestro camino hasta el Corral del Carbón. Éste es el monumento más antiguo de cuantos dejaron los árabes en la península, siendo del año 1336 o antes. Construído por Yusuf I, servía tanto para almacenar productos y luego venderlos allí mismo como para darle cobijo a los mercaderes que estaban de paso por la ciudad. En el siglo XVI se adaptó para hacer obras de teatro. Hoy en día es la Oficina de información turística, la Oficina de la Orquesta Ciudad de Granada y la Librería del Legado Andalusí. En su patio se hacen conciertos, sobre todo, en verano.
Continuamos nuestro camino hacia el Palacio del Duque de Abrantes, una Casa-Palacio del siglo XVI que fue remodelada en el siglo XIX.
Luego seguimos hasta el Convento de San José de Carmelitas Descalzas. El edificio actual lo adquirieron en 1584.
Justo enfrente, está la Capitanía General. Fue creada después de la completa conquista nazarí en 1492 para defender la costa y controlar la población. No se pueden sacar fotos, pero siempre me salgo con la mía e hice unas cuantas antes de que saliese un soldado a llamarme la atención.
Las principales calles llegan hasta la Plaza de Isabel la Católica donde, en el centro, se eleva el Monumento a las Capitulaciones del escultor Mariano Benlliure.
Desde allí nos dirigimos hacia la Plaza Bib-Rambla. También es conocida como Plaza de las Flores y en el centro está la Fuente de los Gigantes. Su nombre viene por una de las principales puertas de la muralla de acceso a la ciudad, Puerta de Bab al-Rambla o Puerta del Arenal. Aquí se hacían fiestas en la época árabe o corridas de toros en la época cristiana.
Continuamos nuestro camino hacia la Alcaicería, para mí uno de los lugares mágicos de Granada. En sus inicios era un gran bazar donde se fabricaba y vendía seda, aunque hoy en día hay muchas tiendas dedicadas a la venta de souvenirs. El emperador Justiniano les dio a los árabes el derecho a vender seda y lo agradecieron poniendo como nombre a todos los bazares el nombre de al-Kaysar-ia, que significa “el lugar del César”.
Mientras recorríamos este Mercado, nos encontramos con que estaban haciendo una cruz de flores en una esquina muy bonita. Allí que estuvimos un rato viendo cómo trabajaban y sacando fotos.
Volvimos hacia atrás para ver la Iglesia del Sagrario, pero estaba cerrada así que sólo pudimos fotografiarla por fuera.