Granada es un momento de paz, sentada en un banco de pieda, con el murmullo del agua de fondo. Ese momento en el que casi lo olvidas todo: quién eres, qué esperas, en qué país vives y en qué momento histórico (e histérico). Casi. Porque sólo una realidad tan brutal cómo esta es capaz de devolverte de una patada de tu mundo interior a ese otro exterior, más feo aunque también más real.
EL PARO SUBE A 5,6 MILLONES.