Grandes preguntas de la humanidad. Capítulo 1.

Publicado el 28 agosto 2014 por Silviamovellan @SilviaMovellan
¿Por qué, si estamos todo el año deseando irnos de vacaciones, cuando llegamos al destino discutimos más? Oye, comprobado. Que si este museo no. Que si son muchos kilómetros. Que si cena de bocata o cena de restaurante con vistas.
¿Por qué los autobuseros de Madrid conducen como si ellos solos circulasen por el centro? ¡Qué coño les pasa! Son unos suicidas del volante, las motos os tememos.
¿Quién inventó, de verdad, la rumba catalana? Ahora dicen que no fue Peret, qué fue el Pescaílla, ¿qué invento es este?
¿Para qué dibujamos un 30 y un bici en el asfalto si los pobres ciclistas de ninguna manera se sienten más seguros con esto porque ni Dios lo respeta?
¿Por qué nos ponemos Zovirax o Aciclovir cuando tenemos una calentura si la historia ha demostrado que no tienen ningún efecto real? Ni agiliza la curación, ni disimula la herida (esto lo que menos, claro) ni ná de ná.
¿Por qué existen las personas tóxicas en el trabajo? Es decir, qué culpa tengo yo de tus problemas y la falta de significado en tu existencia. Respira, no bufes. Asimila, no te quejes. O al menos ¡no te quejes a todas horas! Aunque no lo creas, el mundo no conspira para que tú recibas en caída libre todos los marrones, están bien repartiditos por todas las oficinas de Madrid ¡y del mundo!
¿Por qué se ven cada vez más embarazadas? ¿Salen con el sol, como los girasoles?
¿Cómo es posible que en rebajas sólo quede lo feo? Soy seguidora de la corriente de que la noche anterior las dependientas esconden las prendas guays para vendérselas a sus amigas, pero ¿todas?