Uno de estos músicos fue Grant Green, grandísimo guitarrista de jazz, nacido en 1935 en la ciudad de Saint Louis (Missouri), dónde comienza a tocar la guitarra a una temprana edad, ofreciendo su primer concierto a los trece años.
Poseedor de una técnica muy personal y gracias a la labor del saxofonista Lou Donaldson, pronto ficha por el prestigioso sello de jazz Blue Note, dónde prácticamente graba la totalidad de sus álbumes. En la mayor parte de los casos, siendo acompañante de relevantes estrellas de la década de los sesenta y en otras como solista.
Pero no sería hasta el 15 de agosto de 1970, cuando Green graba su primer álbum en directo en el club Cliché Lounge de Newark de New Jersey, rodeado de una atmósfera hipnótica, que solamente se logra vivir en los locales dedicados al jazz. Según el crítico y escritor de jazz Stanley Dance, nos la describe con esta frase reflejada en el interior del LP: el vino, las mujeres y las canciones, en combinación son la más infalible garantía de un buen momento, el vino y las mujeres sugieren el color para la apreciación de la música”.
Producido por Francis Wolff, (un carismático fotógrafo desde los inicios de Blue Note) el disco editado en 1971 contiene cinco pistas y se le suman tres más en la edición remasterizada del año 2000.
Todo el disco es instrumental y empieza con el tema de estilo soul groove “Let The Music Take Your Mind”, una magnífica y larga versión de Kool & the Gang, para continuar con una balada hermosa y épica llamada “Time To Remember”, en donde la sensibilidad y la calidad de los músicos se pone de manifiesto con espectaculares solos de guitarra, saxo y vibráfono.
Tras una pequeña introducción de la banda, el álbum sigue con uno de los cortes más representativos del directo, el inmortal “Sookie Sookie” (perteneciente a Don Covay y Steve Cropper, muy vinculados al soul) al que marca un ritmo demoledor e incluso “sexy”. De nuevo, Grant Green nos vuelve a obsequiar con un clásico eterno.
Aun que podemos encuadrar este álbum dentro de música jazz, artistas de la talla de Grant Green nos dejaron obras fundamentales, que también están presentes en nuestras discografías referentes al rock and roll. Se codeó con éste género, convirtiéndose en un guitarrista de culto, que a finales de los sesenta y principios de los setenta, influenció a un buen número de mitos musicales, como el legendario guitarrista tejano Stevie Ray Vaughan, su gran admirador.
El infortunio, se cebó sobre la figura de Grant Green, falleciendo prematuramente en el interior de su vehículo, el 31 de enero de 1979, víctima de un infarto a los 44 años. Posiblemente fue debido a sus excesos con la heroína, pero no se fue sin antes regalarnos una fructífera obra. Siempre será recordado como uno de los guitarras esenciales del siglo XX.