¿Qué más se le puede pedir a un grifo, aparte de su función de proporcionarnos agua en nuestras cocinas?
De entrada, queremos una pieza de diseño exclusivo y que cumpla con nuestros gustos estilísticos, ya que la parte estética es, a primera vista, lo que ponemos por delante de todas nuestras prioridades.
Pero una vez superada la primera fase de selección, nuestras exigencias se centran en otros factores y queremos que reúna todos los detalles que tiene que ofrecer una pieza de primera calidad. Esperamos una máxima precisión en la presión del caudal, el uso de materiales de primera calidad como el acero inoxidable de pura aleación y un sinfín de detalles tipo un aireador para un mejor ahorro energético.
Pero aparte de todo lo descrito anteriormente, Franke no se queda corto en su propuesta en griferías de cocina y nos sorprende con sus modelos de grifos con luz incorporada. Lo que a primera vista pueda parecer superfluo, se acaba entendiendo como una gran solución en la cocina que nos ayuda en nuestro día a día. La necesidad de visualizar correctamente los que estamos lavando, sea un alimento, sea un utensilio de cocina es un factor importante que podemos solucionar con esta nueva tecnología.
El listón se eleva aun más con los modelos de grifos que además incorporan color a la luz, en función de la temperatura del agua. El agua fría sale de color azul y el agua caliente, de color rojo.
Un auténtico aliado en nuestra cocina.