¡Rayos, truenos y centellas!Hay una terrible tormenta.Gritan hombres y doncellas:-¡Este barco no lo cuenta!
Grumo, el gran grumete,cae al mar por estribor,y se pega un buen cachete:-¡Ay, mi madre, que dolor!
El grumete ha naufragado.Poco a poco se despierta,y se queda fascinado:-¡Es una isla desierta!
Cuatro pasos hacia el norte,y otros cuatro hacia al sur.Grumo se lleva un corte:-Jo, no cabe ni un yogur.
Ve un coco en la palmera.Lanza un canto con destreza,y le acierta a la primera.-¡Ay, mi coco, mi cabeza!
Pasan meses y estaciones,lleva barba hasta los pies,y la ropa hecha jirones.-¡Y ni un barco a la de tres!
Grumo está muy aburridode enfocar su catalejoy de comer tan repetido:-¡Otra sopa de cangrejo…!
Grumo escribe su epopeya.¿Quién leerá su mensaje?Lanza al mar la botella:-¡Qué tengas un buen viaje!
Pasan años a porrillo.De pronto, oye un chapoteo.Vocea un pulpo de amarillo:-¡Tiene botella, tiene correo!
Quita el corcho con entusiasmo,asoma el ojo despacito,y a Grumo le da un espasmo:-¿Sobres de tomate frito?
Lee la carta hasta el final:«…podrás variar tu comida.»Y suelta un grito descomunal:-¡Ahora SÍ que esto es vida!