Hoy, ojeando las fotos que tengo de antiguos viajes, me he dado cuenta de que tenía unas cuantas de ellas enfocadas directamente hacia la Guardia Real de distintos palacios distribuidos por Europa.
No es un tema que interese a la persona que está intentando buscar información para poder organizar su viaje gracias a las aportaciones de viajeros que ya conocen el país o la ciudad que pretende visitar, pero a mi, me ha parecido una curiosidad bastante llamativa.
Es interesante ver que en la puerta de muchos de los palacios siempre hay, independientemente de que sea invierno o verano, alguna garita con un joven de pie, con la vista al frente y sin moverse ni un pelo. Es una profesión que siempre me ha llamado la atención ya que no tiene que ser nada fácil aguantar todo un turno de trabajo allí apostado sufriendo las inclemencias del tiempo (algunas veces demasiado adversas) y los continuos flasazos de los turistas que van a visitar el palacio y que buscan el poder situarse lo más cerca posible del Guardia para inmortalizar el momento.
La mayoría de estos cuerpos especiales de seguridad son para defender al monarca de una nación pero yo he querido meter también en esta entrada a la Guardia Suiza Pontificia porque vistos desde el objetivo de la cámara de un viajero, realizan la misma función exceptuando que ellos, en lugar de defender a un Rey, defienden al Papa (figura que para mucha gente representa exactamente lo mismo que un monarca en su propio país).
Guardia Suiza Pontificia, Ciudad del Vaticano
Högvakten, Guardia Real del Palacio de Estocolmo
Guardia Real del Palacio de Bratislava
Guardia Real del Palacio de BratislavaGuardia Real del Palacio de Copenhaguen
Muchos de estos cuerpos hacen desfiles para recrear el momento de un cambio de guardia, y aunque suele ser agobiante de la gente que se reúne a verlos, es curioso observar como caminan todos llevando el mismo paso, con la cabeza bien alta y su movimiento de brazos acompasado al ritmo que suele imprimir uno de ellos el cual suele poseer un rango mayor.
El cambio de guardia del que más he oído hablar ha sido del de Londres. Esto es fácil ya que hoy en día es mi lugar de residencia. Aún así, antes de llegar a la capital inglesa, este cambio ya ocupaba esta posición y es que es una de las atracciones más visitadas en Londres. He de decir en su contra que es aburrido como el solo y que si se visita esta ciudad con poco tiempo yo no me preocuparía demasiado en dedicarle mucho interés.
Cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, Londres