Expondré, desde mi personal punto de vista, cómo creo que debería ser nuestro comportamiento al formar parte de una red social como Facebook o Twitter, donde se encuentra la mayoría. Acepto y agradezco más consejos o apuntes.
1.-Muestra tu nombre real y una fotografía individual actualizada. Hay quien se autotitula con lo primero que le pasa por la frente (demostrando desconfianza general), y quien enseña una imagen de cuando tenía 20 años (renegando su presente), una de espaldas (mala educación), o una de grupo (que confunde)…
2.- Elige bien a tus amigos o personas a seguir, según se trate. Tengo comprobado que ni siquiera si tu perfil es público por X motivos (salvo en Twitter), puedes abrir las puertas de par en par. Es mejor no admitir, que eliminar. Hay quien te bloquea por esto último como si fueras un criminal, así que ¡piénsalo bien antes de aceptar!
3.- Crea y escribe tus propios estados o píos. Eso te hará único e insustituible. Es tentador, de vez en cuando, citar a otros (yo lo hago mucho), pero nada vale más para quien te lee que tu opinión personal sobre cualquier tema. Lo que dicen los clásicos y los famosos está al alcance de cualquiera.
4.- Muestra siempre (o casi siempre) positivismo y elude discusiones, es decir, expresa tu opinión una sola vez, sin entrar en turnos de contrarréplica. Esto es muy útil cuando ves a alguien con ganas de pelea: di lo que piensas (con educación) y retírate. Siempre es mejor.
5.- Piensa e infórmate antes de escribir. Aunque parezca obvio, hay quien no lo hace y, o bien queda en ridículo al opinar de un tema distinto, o bien no sopesa las consecuencias de su estado o pío y genera un malestar prescindible. Sé tú mismo, pero sin ofender.
6.- No insultes o trates con desprecio a nadie; mucho menos si no conoces al interlocutor. A mí, una señora que presumía de buena onda y mejores vibraciones, me envió un mensaje privado diciéndome que “ella publicaba lo que le salía del……..”. ¡Ahí sí que hay que bloquear inmediatamente! La violencia, ya sea verbal o física, es intolerable. Lo divertido del asunto era la doble faz de la doña en cuestión. Y no es la única, por desgracia.
7.- Sigue a personas con las que puedas interactuar. Perseguir e idolatrar a famosos (sobre todo en Twitter) es propio de adolescentes que veneran dioses de barro. Ellos no contestan porque son “superiores”, de modo que a mí me sobran. ¿A ti no…? Hay mucha gente desconocida por las redes infinitamente más interesante que Chabelita, Kiko, Belén o los Bee Gees…
8.- No etiquetes sin permiso a los demás, salvo que ya cuentes con su visto bueno. Y si alguien te pide que retires su imagen o su nombre, ni lo dudes. A mí me ha pasado: pedí por favor que eliminaran una foto en la que yo aparecía, y se me negó con burla incluida, para -más tarde- pretender mi amistad. Como dije antes: piensa antes de actuar.
9.- Si tienes pareja, vuelve a pensar antes de escribir. No vayas por ahí -a no ser que haya un pacto previo- dejando comentarios insinuantes (y puntos suspensivos) por doquier. Él o ella puede leer lo que hayas puesto a otro u otra y molestarse (con razón). Si tienes pareja, respétala tanto en la vida real como en la virtual. O no la tengas…
10.- ¡Participa! No te quedes mirando lo que gustan, comentan o pían los demás. ¿Te imaginas que todos hiciéramos lo mismo? Son redes sociales, no claustros de conventos. ¡Afortunadamente!
11.- Limita la queja. A nadie (o casi) le gusta el eterno llorón, el melancólico profesional, o el negativo “porque el mundo me ha hecho así”. Un día se admite el desahogo, todos los días, no. No es por egoísmo, es por propia salud mental. ¡Evita ser y soportar tóxicos!
12.- Recuerda a tu pareja (e hijos) en los días señalados. Lleva su imagen a tu perfil de vez en cuando. No se trata de presumir, sino de valorar públicamente a quien te acompaña en la vida. No reniegues de quienes de verdad te quieren. ¡Ah! Y que este recuerdo sea recíproco. Generalmente somos las mujeres quienes tenemos mejor memoria, mejores detalles, y menores complejos a la hora de expresar sentimientos. A ver cuándo nos igualamos también por ahí.
13.- Dedica tiempo a tus amistades, aunque solo sea por chat privado. Todos disponemos de diez minutos al día, así que déjate de excusas. Cumple lo que prometas también en las redes sociales. Detrás de la pantalla hay personas, no avatares.
14.- Sonríe. Desde tu foto, desde tus palabras, desde tu trino… Si quieres recibir alegría, sonríe tú primero. No falla.
15.- Comparte sin medida. Retuitea sin límite. No racanees tu imagen. Gusta sin mirar de quién. Comenta al nuevo amigo. Saluda al antiguo. Felicita al homenajeado. Respeta los contactos de tu pareja. No utilices a las personas. No te burles de quien no conoces. Critica lo justo (o mejor, lo injusto). Vuelve a ser tú mismo, pero mejorado, y disfruta de las redes sociales. ¡Son un gran invento!