Qué poquito queda para la entrada oficial del verano, qué bien! Yo estoy como loca por coger vacaciones y más aún por acabar los exámenes, que parece que no va a llegar nunca el 2 de julio :(
Paciencia...
Esta semana Tony y yo hemos ido a probar algo totalmente nuevo y nos hemos quedado con la boca abierta de la buena elección que hemos hecho.
Como ya os he dicho alguna vez, me encanta probar comida nueva pero tengo unos principios muy "estrictos" que no suelo saltarme: no pimiento, no picante y nada vivo.
...y el viernes pasado me los salté de buena gana, jaja!
Os cuento: estuvimos cenando en un restaurante etíope llamado Habesha. Está en la calle Manuela Malasaña 17 (metro Bilbao L1 y 4, o San Bernardo L2 y 4), y tienen una web recién estrenada que está muy, muy bien y donde vais a poder ver toda la carta con fotos además de otras curiosidades.
Lo primero que vais a notar es que a pesar de que la decoración es bien sencilla, desde el principio vais a sentir que os habéis teletransportado a África: fotos, objetos decorativos, colores... todo te hace pensar que ya no estás en Madrid.
Saluda Tony! Que salimos en el espejo!
Nunca habíamos probado este tipo de cocina, así que agradecimos un montón que la carta tuviese fotos y sobre todo que nos explicaran tan bien cada plato; aún así yo solo os voy a contar un poco por encima todo lo que comimos sin entrar en mucho nombres porque no los recuerdo bien :SPara compartir pedimos fatira, que es como una torta hecha trocitos con huevo revuelto. Era super suave sencillo, y estaba bastante buena.
Un plato sencillo pero rico
Y después nos trajeron una bandeja enorme con un montón de cosas. Por una parte había una especie de crêpes (injera, creo que se llama) a modo de pan pero hecho con harina de otro cereal distinto al trigo (ni idea de cuál es). Y por otra parte había varios guisos y estofados: pollo, lentejas, espinacas, ternera, patatas, queso... Todos estaban riquísimos aunque había dos o tres que picaban cosa mala y otro con pimiento (argh!), pero como ya digo todo muy, muy bueno. Bien hecho, sabores profundos, calentito... Genial.Qué montón de comida y qué rico todo!
Tengo que reconocer, y sin que sirva de precedente, que no conseguimos acabárnoslo todo: estaba todo espectacular pero tuvimos que dejarnos un pelín de los "crêpes".Y como yo no sé vivir sin postre, tuvimos que pedir un par de baklavas para irme completamente contenta a casa.
¿Cómo se puede vivir sin postre?
Destacar sobre todo la buena atención y rapidez con la que nos atendieron: en menos de 45 mins habíamos cenado y en ningún momento nos faltó de nada, realmente bien en este aspecto.Por otra parte decir que el precio es inmejorable: principales entre 5 y 9€!! Es decir, que por menos de 15€ cenas perfectamente. Aunque si no habéis probado nunca este tipo de comida, os aconsejo pedir alguno de los especiales, y por 12€ podréis comer una degustación de varios platos.
Cierra los lunes, pero el resto de la semana tienen horario contínuo.
Valoración general: un 9.5, y no les pongo un 10 porque me dijeron que un guiso picaba, y luego resultaron ser tres, aunque según Tony es que yo tengo el paladar muy sensible, jaja! En serio, un sitio que realmente merece la pena conocer. Volveremos.
Y por hoy esto es todo.
Un beso muy fuerte a todos, gracias por todos los comentarios que sé que me vais a dejar (jeje!) y nos vemos el próximo día!
Carolina.