Habitación cerrada sin número

Publicado el 11 marzo 2012 por Gatadormida

“Suite Real”

Nuestro corazón es como una mansión, hemos tenido la suerte de seguir viviendo allí, en una enorme casa con varios pisos llenos de muchas habitaciones, rodeada de un inmenso jardín y una paz que nos llena de calma. En cada una de esas habitaciones alojamos a las personas que han adquirido un significado mayor en nuestras vidas, hay algunas que siempre están permanentes, pero otras sin embargo se encuentran vacías de vez en cuando para ser habitadas por las mismas personas mas tarde, o por otras distintas que adquieren mas importancia.

Sin embargo todos tenemos una habitación especial, nuestra “Suite Real”, la cual la reservamos para alguien que nos comprenda con una sola mirada, comparta su vida con la nuestra y nos haga ser mucho mas completos en todos los sentidos, mas respetados y mas felices, llenos de seguridad e incluso cuando nos caigamos… Él nos ayudará en todo lo que pueda, y en los momentos mas difíciles entre los dos podremos caminar con paso aún mas firme, a pesar del temblor que aparezcan en las piernas. Pero con el paso del tiempo todas esas personas que entran en esa habitación jamás se quedan, algunas incluso deciden quemar las cortinas, arrancar el pared de las paredes, desgarrar las sábanas de raso y volcar muebles sobre el suelo… Otras sin embargo dejarán todo intacto, intentando que permanezca la estancia como el primer día o mejor. Algunos simplemente lo dejarán desordenado sin necesidad de colocar nada porque alguien siempre lo hará por él… Entonces llega un día en que decides que esa habitación prefieres no mostrarla, prefieres cerrarla para evitar que un inquilino nuevo la dañe, es demasiada perfecta, tiene las mejores sábanas, el ambientador mas exquisito, la lámpara mas bonita, los muebles mas elegantes, la alfombra mas mullida, el cuarto de baño mas grande y las vistas mas espectaculares. Así que… ¿Por qué perder el tiempo con personas que no lo merecen?

La mansión siempre se encuentra llena, tu has sido el encargado de ser mucho mas fuerte para permitir que la gente entre y salga de tu vida, como las aves que continuamente buscan mejores climas en el invierno, sin que las lágrimas salgan o el dolor te coma por dentro. Pero hay dolores que prefieres mejor evitarlos.

No pasa nada que esa habitación este cerrada y que hayas decidido llevar contigo siempre la llave en el cuello, para que nadie la abra cuando lo desee. Dicen que la soledad es mala, pero ¿qué hay de malo si el resto de las habitaciones están siempre llenas, y las conversaciones y eventos nunca fallan en la mansión? No debe de ser tan mala cuando muchas personas viven de esa manera.

Yo por el momento he decidido cerrarlo, por lo menos en este año que comencé con dos inquilinos… El primero me dejó todo desordenado, el segundo dejó todo tal cual y la llave colgando en la cerradura de la puerta.