Revista Diario
Hace unos días recibí un mail en el que me invitaban a escuchar, descargar y opinar sobre el primer disco de Metropol, My Own Gravity -o lo que es lo mismo, Mi propia gravedad, o sea, la suya...-.
Aprecio mucho la música, aunque ni mucho menos soy una entendida en el tema, por lo que no aportaré referencias musicales similares, ni distinguidos análisis técnicos, tampoco analizaré las letras de las canciones, pues mi nivel Inglés de Cuenca no me lo permite, pero sí daré mi más sincera opinión.
La primera canción del disco, Collision, fue la primera que escuché, y desde los primeros acordes me sentí cómoda. Uno tras otro escuché los diez temas que componen el disco, y ninguno me desilusionó. Tienen fuerza, aunque también son tranquilos, enérgicos, melancólicos. Un gran abanico de sensaciones pista tras pista, un trabajo equilibrado.
Digamos que es el tipo de música perfecta para compartir unas cervezas, mirar por la ventana de un tren en marcha, pasear por la ciudad, escribir, como estoy haciendo ahora... Para los vallisoletanos que me lean podría deciros que sin duda sería un grupo que podría sonar en el Zero Café, entre otros muchos lugares.
Tienen un estilo que me es familiar, pero no sabría describirlo concretamente, y como he dicho, no me voy a aventurar a dar referencias. Lo mejor que podéis hacer es escucharlo vosotros mismos, y decidir qué os parece. Para escuchar el disco completo podéis ir aquí. Entre mis favoritas Constellation y Silent Rockets, ¿cuáles os gustan más a vosotros?
Por el momento os dejo el vídeo que da nombre al disco, aunque en su canal de YouTube podéis ver otros.
Si queréis más información sobre el grupo, podéis encontrarles en Facebook, Twitter y Google+ entre otros.
Desde aquí, os deseo lo mejor Metropol, he disfrutado mucho -y lo seguiré haciendo- con el disco. Si venís de concierto por Valladolid, avisad...