Pienso en lo que declaró el Subcomandante Marcos en enero de 1994, luego de que el EZLN tomara varios municipios de Chiapas:
Nosotros esperamos que el pueblo entienda que las causas que nos movieron a hacer esto son justas, y que el camino que elegimos es uno más, no es el único, ni nosotros pensamos que sea encima de todos. Pensamos, es uno más que hay que hacer e invitamos a todo el pueblo a que haga lo mismo, no que se alce en armas, pero que sí luche porque haya en México un gobierno verdaderamente libre y democrático que cumpla las aspiraciones que quiere cada uno. No queremos una dictadura de otro tipo, ni nada así del otro mundo, del comunismo internacional y todo eso. Nosotros queremos justicia donde no hay ni siquiera sobrevivencia mínima. Eso es en todo el estado de Chiapas. Y uno dirá, pues a poco me voy a alzar en armas. No, pero si muestran su acuerdo, o cada quien en donde trabaja, estudiante, maestro, todo eso, de hacer valer lo que hasta ahora nos han negado lo que es el derecho a opinar y a sentir y a disentir. Eso es lo que queremos. Nosotros recurrimos a esto, pues, porque no nos dejaron otra, deveras.En la publicación de "La Jornada", donde yo leí esta transcripción, aparecen también palabras de otra persona, que hablaba a nombre del Comité Clandestino Revolucionario Indígena:
Podrán no estar de cuerdo con el camino que elegimos, pero tienen que reconocer que las condiciones que nos llevaron a esto son muy crueles y muy desesperantes. Si ustedes comprenden esto, es una gran ayuda para nosotros.Silvia Parque