B está encargándose de tirar sus pañales sucios al bote de la basura. Para ella es parte del fascinante mundo del "meter-sacar", con la novedad de que en este caso no se puede sacar lo que ya entró.
Antier la vi metiendo al bote de los pañales, un botecito de agua. Cuando rescaté el botecito, encontré otras tres cosas -no basura-, incluido el cortaúñas. Para mí es tan fascinante eso, como para ella habrá sido hacerlo: es una evidencia de que ocupa su propio lugar en este mundo que compartimos.
Silvia Parque