¿hacemos coaching?

Publicado el 30 noviembre 2012 por Quique

Alaska, 30 de noviembre de 2012,
Fue ayer mismo, leyendo La Vanguardia en el media distancia que me lleva a casa. No es que La Vanguardia me entusiasme, pero la dan gratis en el tren y a veces me pilla sin libro. Bueno, gratis tampoco, en realidad la pagamos todos. Se trata de un periódico subvencionadísimo, lo que explica por qué la mayoría de sus artículos convergen
Pero, a lo que iba. El periódico traía un artículo sobre el coaching, firmado por Javier Ricou, y empezaba diciendo cosas como estas: “Conseguir que el otro saque la mejor versión de si mismo”, “Conducir a alguien desde el lugar donde se encuentra hacia el lugar donde quiere estar”, “Enfocar una persona hacia aspectos que ella misma desconoce” “Ayudar a marcar metas, objetivos y acciones concretas”. ¡Tate!, me dije, están hablando de lo mío,  de lo que  intento hacer a diario en mis entrevistas. El artículo seguía  y yo iba sacando pecho. Según Herminia Gomà, coach y directora del Instituto Gomà de Barcelona, “El coach es como un espejo, que devuelve observaciones de uno mismo y enfoca aspectos diferentes que nosotros desconocíamos”, Justo, pensaba yo, lo que  había pasado con X esa misma mañana, hablando de los problemas con su hija adolescente. Y lo que ya fue definitivo, lo que me hizo exclamar por lo bajini: “¡Coño!, ¡Este Javier me conoce!, fue cuando llegué a lo de Viviane Launer, primera master coach de España, en cuanto a las habilidades de un coach: “...destaca la escucha activa de lo que la otra persona dice y de lo que no dice; las preguntas poderosas, que lleven a este individuo a la autoconsciencia y la exploración, la capacidad de ayudar al cliente a definir metas, objetivos y acciones concretas, y la paciencia por mantener el silencio”. No les quepa la menor duda de que Viviane hablaba de mí. 
Ok. Antes de que un coach de verdad me salte a la yugular, que sepa que no estoy defendiendo ninguna clase de intrusismo. Saben ustedes que soy un hombre de leyes y orden y que defiendo siempre que los títulos, este también por supuesto, garantizan unos mínimos. Y el que los quiera tener que estudie, que no    le va a hacer daño. De la misma manera que a veces ayudo a sumar y restar y eso no me convierte en matemático ni economista, desarrollo en mi trabajo habilidades parecidas al coaching, aunque no lo sea. Y es que, señores y señoras, cada vez estoy más convencido que la respuesta a la pregunta ¿Qué hace un educador social?, tiene que ver con una amalgama de habilidades relacionadas con la comunicación y la pedagogía   sin que ninguna de ellas tenga la exclusividad: mediación, control, coaching, magisterio, resiliencia, etc.  
En la atención a los ciudadanos en esta crisis, hay varias posibilidades de actuación, todas ellas compatibles: ayudas económicas que sirvan para paliar los problemas económicos, presión y denuncia a la administración para que no se desentienda de los ciudadanos más desfavorecidos y también un trabajo muy parecido al “coaching”, sin serlo, que es ayudar y acompañar a la persona para que todo su potencial se ponga al servicio de salir del agujero. Creo que es lo que intento hacer también ante otro tipo de problemas (familiares, de relación con los hijos, etc) que me plantean los usuarios. 
PD: Mientras escribía el post, me iba a diciendo a mi mismo: oye, tú, tío listo, por qué no te haces coach, tanto que hablas, si es que tu trabajo se parece tanto. Pues no lo descarto, chaval. Eso sí, cuando tenga tiempo. Ummm, dada mi experiencia, formación, sabiduría y buen hacer ¿sabe alguien si me convalidarían alguna cosa?.
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