¿Hasta dónde podría llevarnos la desquiciada insatisfacción humana si permitiéramos que gobierne nuestras vidas? Hacia rutas salvajes nos cuenta la fútil experiencia de un ser que pregonaba la vida plena y la libertad absoluta, pero con su hechos dejaba ver que solo deseaba la muerte.
Varias veces pospuse ver esta película por uno u otro motivo. Finalmente cuando decidí sentarme frente a la pantalla durante casi dos horas y media para verla, acabé deseando haberla pospuesto un poco más. Quizás para siempre. La historia, basada en la vida real de Christopher McCandless, nos cuenta la vida de un ser insatisfecho con todo, pero más que nada consigo mismo. Nos muestra la imprudencia de un joven arrogante que en definitiva pretendía demostrar al mundo (o a su mundo) que él estaba por encima de todo y todos los demás.
Al tratarse de una adaptación de la vida real, es difícil saber hasta dónde evaluar la película como producto artístico y hasta dónde el contenido de la historia. Intentaré separar los dos aspectos si es que puedo.
Como suele suceder en este tipo de películas biográficas creo que quizás tiene un ritmo un poco lento, a pesar de que para organizar y dar mayor dinamismo al relato, está dividida en cinco "capítulos" que nos relatan diferentes períodos en la vida del protagonista. Van desgranando de a poco, cómo un joven aparentemente normal va perdiendo el rumbo a la vez que ideas utópicas propias y cuentos fantasiosos como los de Jack London o Leon Tolstoi, van penetrando en su inmadura y vulnerable mente hasta reemplazar la realidad por completo.
Veremos paisajes de una belleza sobrecogedora distribuidos por toda la geografía norteamericana y a lo largo del camino de Chris McCandless conoceremos muchos personajes, algunos entrañables.
Sean Penn, director del film y adaptador del libro de Jon Krakauer, ha hecho un excelente trabajo tanto el elegir a los actores protagonistas como al mezclar todos los elementos para conseguir una película de muy buena calidad.
Al tratarse de una producción de ritmo pausado y alto contenido humano-emocional es quizás una buena idea verla acompañados de alguien con quien ir comentando los desatinos de McCandless. La recomiendo como una película que deberías ver, no la considero indispensable pero sí puede llegar a ser aleccionadora sobre ciertas fases de la vida.
Ahora veamos lo que respecta a la historia y verdadera vida de Christopher McCandless. Este egoísta, insignificante y miserable sujeto. Absolutamente desorientado y confundido, sin rumbo, sin objetivos, hastiado de todo, harto de estar harto.
Claro, es posible que muchos hayamos pasado períodos más o menos rebeldes durante nuestras vidas. Etapas de confusión, de desorientación. Aquí cabría apuntar que es una apreciación bastante acertada la que afirma que todos somos socialistas en la juventud, apolíticos en la adultez y conservadores en la vejez.
Muchos jóvenes ansiosos de aventuras y desafíos llenan las filas de organizaciones ecologistas, protestas contra las leyes establecidas, marchas nudistas en contra del calentamiento global o cualquier otra causa de carácter utópico-romántico.
Pero el protagonista de esta historia va mucho más allá. Aunque no se especifica en la historia, vemos que para ser un joven de 22 años recién graduado proveniente de una familia de clase bastante acomodada, no posee un núcleo de amigos que le acompañen (ni siquiera uno) y tampoco vemos una novia o alguna relación que sea más "especial" para él. Es el clásico rarito solitario.
De sus aficiones sólo conoceremos su fanatismo por las historias de aventuras, su apatía generalizada y su profundo desprecio por una familia absolutamente normal (la suya propia), ni mejor ni peor que la de cualquiera de nosotros, que le ha dado todo lo que ha podido.
Pero nada es suficiente para alguien que siempre necesita "algo más". Algo que ni él mismo sabe que cojones es pero que le hará dejar atrás a todo y a todos para ir en pos de conseguirlo.
Coherente con su estatus de egoísta miserable, no se despide de nadie, simplemente emprende una alocada aventura, viaje, huida. Borra todas las huellas detrás de él, no quiere ser encontrado. Destruye sus tarjetas e identificaciones, quema el dinero que tenía, abandona su coche y hasta se cambia el nombre por un seudónimo, Alexander Supertramp. Sus padres y hermana creen que se ha ido a la universidad hasta que después de dos meses descubren que jamás ha estado allí.
Sólo con su mochila emprende el viaje. Vivirá meses de la caridad pública o trabajos temporales. En su errático camino conocerá gente que muchas veces intentará ayudarle al verle tan perdido, pero Christopher no escuchará a nadie ya que solo oye su propia voz, es él quien lo sabe todo y es él quien pretende dar lecciones de vida a sus ocasionales compañeros de viaje, que le contemplarán con escepticismo y compasión.
Christopher McCandless soñaba con irse a Alaska y permanecer allí lejos de todo y de todos. Quizás cuando leyó el libro "Colmillo Blanco" de Jack London, su cabeza hueca malinterpretó la historia y creyó que esa fantasía de vivir en armonía con la naturaleza salvaje era posible para un blandito inexperto de ciudad como él, cuando en realidad el citado libro es mas allá de su atrapante historia, una reflexión política sobre la libertad y la esclavitud.
Las enfermedades mentales se presentan de formas muy diversas y muy poco sabemos sobre ellas. Es evidente que Christopher McCandless sufría un grave trastorno psicológico que le condujo al desastre. Humanamente solo lo lamento por la familia del enfermo, ya que el loco jamás es consciente de su mal.
En definitiva, esta historia no acaba con el final feliz de Hollywood sino con el final real de la vida... la muerte.
Después de más de dos años lejos de su familia que le buscaba desesperadamente, el absurdo idealista terminó muriendo completamente solo, en Alaska, a los 24 años. A su avanzado estado de desnutrición le sumó una severa intoxicación por plantas venenosas, que supuso que podría identificar con ayuda de un libro comprado en una estación de servicio. Su cuerpo fue encontrado dos semanas después de su muerte por unos cazadores, dentro del autobús abandonado que le había servido como refugio durante los casi cuatro meses que vivió allí. A muy pocos kilómetros del autobús había caminos transitados y refugios, pero él nunca lo supo ya que no quiso llevar consigo mapas ni brújulas.
Decía que quería ser libre, pero en las últimas páginas del diario que se encontró junto a sus pertenencias aseguraba que se hallaba "prisionero de la naturaleza", herido y debilitado por el hambre.
Judith Kleinfeld escribió en el periódico Anchorage Daily News :
"muchos habitantes de Alaska reaccionaron con rabia frente a su estupidez. Tendría que ser un completo idiota, afirman, para morirse de inanición en pleno verano a 20 millas de la carretera."
Al momento de morir pesaba poco más de 30 kilos. Si ese era su sueño, lo había conseguido.
Ficha Técnica
Título original:Into The Wild
Año:2007
Duración:148 min.
Pais:Estados Unidos
Director:Sean Penn
Guión:Sean Penn, Libro de Jon Krakauer
Reparto: Emile Hirsch, Marcia Gay Harden, William Hurt, Jena Malone, Hal Holbrook, Vince Vaughn, Kristen Stewart
Productora:Paramount Vantage
Género:Drama biográfico